Tuvimos la oportunidad de conversar con la excelente actriz Jely Reátegui, quien interpreta a Helen Jones en el drama expresionista Maquinal, logrando sorprendernos con los variados matices de su personaje. Esta fue nuestra charla.
Jely, ¿alguna vez has hecho un personaje así?
No, es la primera vez que me toca un personaje de este tipo, es un reto. La obra está en un código expresionista, no naturalista. Las emociones de los personajes están a flor de piel, lo interior, sin subtexto, no hay dobles intenciones, está muy claro lo que pasa.
En otras obras tú haces más comedia…
Sí, es lo que más hago, pero en todas las obras trabajo de la misma manera; o sea, cada personaje lo trabajo distinto, pero con la misma entrega, con la misma disciplina, para poder hacerlo particular.
Sobre todo me impresionó tu expresión, en tus ojos, de tristeza constante.
Sí, es un personaje muy triste, sí, hay que trabajar toda esa emoción.
Maquinal es un drama…
Está catalogado como un drama expresionista. De hecho, no sabíamos cómo se actuaba eso, y le preguntamos a Josué (Méndez, director del montaje) ¿cómo se actúa esto? (risas) Pero hemos ido encontrando el “rollo” en los ensayos, tratando de salir un poco de la comodidad de cada uno para encontrar otros movimientos, otras maneras de hablar, y así…
La escenografía que utilizan remite un poco a la película El gabinete del doctor Caligari (cinta expresionista alemana de 1920)
También la escenografía y todo, sí.
Siempre la comedia jala un poquito más de público, y en este caso es un drama… ¿cuál sería el atractivo para la gente?
Creo que es una obra distinta, con un código que no se suele ver mucho en el teatro. Hay un trabajo en equipo muy fuerte, toda la gente involucrada es gente muy profesional, muy creativa. Todos son artistas, desde la música de Santiago Pillado-Matheu, la escenografía de David Algar, el vestuario de Ramón Velarde… el elenco, Josué…
¿Primera vez que te dirige Josué?
Sí, primera vez que trabajo con él, y es increíble.
En una entrevista dijiste que la obra habla de la búsqueda de la libertad.
Sí.
Y, los seres humanos, ¿qué hemos perdido de la libertad?
Esta es una obra escrita en 1927, estamos en el 2023, y digamos que, en lo humano, estamos igual, el avance es tecnológico pero, en lo humano, no ha habido ninguna evolución. La gente se sigue relacionando de la misma manera, sigue habiendo la misma opresión, la necesidad del control de todo, y este personaje se cuestiona, y su error es cuestionarse y querer hacer otras cosas que uno no debería hacer en la vida.
Y se toca el tema de la pena de muerte también.
Es un caso real. La obra está escrita por Sophie Treadwall, una dramaturga que a la vez era periodista, y que cubrió el juicio, en la vida real, de Ruth Snyder, que es el personaje en el que está inspirada la obra.
Y, aunque parezca mentira, la pena de muerte es un tema que está latente, lo quieren traer de nuevo, incluso acá en nuestro país.
Uff, este país es…
Se escucha a algunos congresistas…
Bueno… digamos que, está todo de terror punto com…
Sí, la política…
Sí, mejor no entremos ahí… ¡me pongo demonio!
Bueno… Vuelves al teatro después de…
Después de más de tres años.
Qué te ha traído esta vuelta.
Me moría de ganas de hacer teatro, y este proyecto estaba hermoso, me ha gustado todo: el equipo, el teatro, el elenco, el texto…
Por último, ¿qué ves reflejado en ti del personaje?
La búsqueda de libertad, uno quiere ser libre siempre.
Como tú, que siempre viajabas.
Imagínate, desde esa época, no poder hacer nada, qué horrible
Entrevista y fotografía de encabezado: Giancarlo Tejeda
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