“NOS ENCANTA QUE EL PÚBLICO SE QUEDE CON SENSACIONES, CON REFLEXIONES”

Tuvimos la oportunidad de conversar con la carismática actriz Cindy Díaz, quien nos reveló algunos secretos de la nueva obra en la que participa: La Mancha (escrita por Natalia Cárdenas Claux) y nos contó sobre el trabajo actoral que llevó a cabo para desempeñar el papel de Talía en esta comedia dramática. La Mancha cuenta con una novedosa técnica narrativa, donde la autora ofrece al espectador tres posibles desenlaces de la historia. En un primer hilo narrativo, Talía es recibida con alegría luego de catorce años de residir en España, por el grupo de amigos que frecuentaba. En el segundo hilo, Talía es recibida con incomodidad. Y en el tercer hilo sus compañeros la miran con franca antipatía. Antes de viajar al extranjero, Talía fue víctima de violencia por parte de uno de sus mejores amigos.

Esta fue nuestra charla con Cindy Díaz.

Cómo estás, Cindy. Queríamos, por favor, que nos hagas una pequeña sinopsis de la obra La Mancha, para que el público venga a presenciarla al Teatro de Lucía.

La Mancha es un grupo de amigos que se reencuentran gracias a que una de las integrantes del grupo, que en este caso es mi personaje, Talía, vuelve de España después de catorce años. Quien va a recibirla, el personaje de Juli, dice: “¡Ay!, ¡esto es pretexto para llamar a toda la mancha!, ¡vamos a hacer todo un reencuentro!”, creo que ya por ese lado hay toda una identificación. Todos tenemos reencuentros con gente del cole, de la universidad, del trabajo, y, claro, al tener tantos grupos diversos de amistades, también hay diversas discusiones, porque es natural. O también pueden encontrar casos como los que hay en La Mancha, que no quiero “spoilearles” (sobre temas de violencia a la mujer), pero creo que es muy importante, porque es un tema para hablar, para reflexionar. Y, sobre todo, que van a salir con unas ganas de tomarse una “chela” o comer una hamburguesa y hablar del tema, comentar si a alguien del grupo le pasó (lo que le ocurre a Talía en la obra), y eso nos une. Ese tipo de testimonios nos une, porque nos hace avanzar como sociedad.

La obra La Mancha tiene una técnica narrativa bastante compleja y muy novedosa, porque posee distintos hilos narrativos. ¿Qué fue para ti lo más difícil o qué representó un reto en este personaje que interpretas?

El camino que íbamos a tomar para contar la historia, para mí eso fue lo más difícil, porque se puede contar de muchas maneras, por eso la obra te presenta diversas formas en las que se cuenta, pero, ¿cuál es la que vamos a usar de inicio a fin? En todos los ensayos hemos explorado, buscado, propuesto, analizado, debatido. Hasta el sábado pasado seguía cuestionándome cosas. Hasta que, yo siempre digo: los dioses del teatro un día antes del estreno te ordenan todo y dices: “¡Aaaah!, ¡es eso!” (risas). Y entras ya con paso firme a tu obra.

No hay una verdad única en la obra.

Exactamente, porque no hay una sola manera de contarla. Hay diversas situaciones en las que probablemente se den las cosas. Y como digo, nunca nadie está libre de nada.

¿La obra es una denuncia de la violencia contra la mujer?

Sí, pero no solo por parte de ella (de su personaje, Talía) sino también por parte de sus compañeros, por cómo reciben la noticia (del abuso que sufrió Talía en su época de estudiante). Los amigos te pueden apoyar o no, teniendo en cuenta lo complicado que es para alguien contar algo así. Entonces, creo que es súper importante que se sigan hablando estos temas, justamente para que entendamos como sociedad cuáles son nuestros límites y que esto sea parte de la educación también. Porque es responsabilidad de todos cuidar y cuidarnos.

Alicia Mercado, Sebastián Rubio, Juan Carlos Pastor y Lilian Schiappa-Pietra completan el elenco de La Mancha (fotografía: difusión)

¿El título de la obra La Mancha hace referencia al pasado oscuro de los personajes?

(Risas) Ahí a nosotros nos encanta que el público se quede con sensaciones, con reflexiones. Y si te has quedado con eso, sí, iba por ahí, era La Mancha (en referencia al grupo de amigos), detrás de esas risas, del “no pasa nada”, pero luego, ¡mira todo lo que encuentras!, levantas el mantel y salen cangrejos, arañas, de todo.

¿Y el cuadro que está en el centro de la escena también hace alusión al título de la obra?

Claro, sí, además que ellos jugaban con la mancha, ¿no? (con el cuadro que domina la escena en la obra y que tiene ese nombre).

Cuando en la obra los actores retrocedían en medio de las escenas y caminaban hacia atrás para volver a representarlas, se veía como un esfuerzo por parte de los personajes, ¿eso era adrede?

Sí, esa es la propuesta, hemos contado con Diego Sakuray, que es un gran actor y capo además en todos los temas de expresión corporal. Fue un lujo tenerlo y seguir sus indicaciones.  

Cuando como Talía dices en medio de la escena: “¡Se acabó!” y empiezan a titilar las luces…

Lo que pasa es que mi personaje tiene poderes psíquicos. ¡Mentira! Tiene telepatía, puede mover las cosas… (risas). Es una broma.

¿Es como que el personaje se da cuenta que es parte de una ficción?

Creo que son coincidencias, son energías que están ahí, pasa que a veces tú discutes y algo se cae. Es que uno vibra, el ser humano vibra también.

La primera obra en la que debías hablar al público fue Parásitos y decías que tenías una especie de miedo de hablar al público bajo la capa de tu personaje y no como Cindy Díaz en sí.

Sí, pero con Parásitos lo superé. Después de dos horas de hablar en escena frente a la gente, tenía que superarlo sí o sí. Lo superé con la práctica.

Entrevista: Evelyn García Tirado

Fotografía de encabezado: difusión

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Giancarlo Tejeda Written by:

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