Manuel Gold, actor que empezó en el teatro, pasó por la televisión con éxito, ganó gran popularidad en la serie web Los cinéfilos, y demostró su talento en el cine, nos brindó una entrevista en la cual nos habla de lo que significa la actuación para él, de sus ganas de dirigir teatro, y de la obra de teatro Bull, en la cual participa y que está terminando una temporada con llenos totales.
Manuel, cuéntanos de Bull, la obra de teatro en la que estás participando.
Me gusta muchísimo la obra y el personaje. Estoy emocionado. Esta obra se iba a estrenar en octubre del 2020, pero llegó la pandemia y se postergó.
Tiene un gran elenco, además de ti están Christian Ysla, Andrea Luna y Joaquín de Orbegoso, y es dirigida por Mikhail Page… la obra ha sido escrita por el inglés Mike Bartlett, una comedia ácida.
Sí. Trata de tres ejecutivos de una empresa que trabajan en el área de ventas y que compiten por mantener su trabajo, porque hay una crisis económica, la empresa está haciendo reducción del personal y tienen que botar a uno, y quien va a tomar la decisión final es el jefe, que es Christian Ysla. La obra habla de la extrema competencia laboral y de cómo somos capaces de pasar por encima de otras personas para conseguir lo que queremos, habla del bullying, de las estrategias de las personas para su propio beneficio. Son temas duros y dramáticos, y Mike Bartlett, el autor, es muy inteligente e ingenioso, y es capaz de tocar estos temas con humor, sin perder el objetivo, que es conmover.
¿Has vivido algo así?, porque tengo entendido que empezaste tu vida laboral en una oficina.
No viví un ambiente laboral tóxico. Fui practicante en una empresa entre los 17 y 19 años. Recordé ciertos perfiles de la oficina, que no son muy distintos a los de un colegio: el bacán, el jefe que tiene el poder, los subordinados, los chupamedias, los rebeldes, los que no hablan con nadie.
¿Tú tenías un perfil?, si nos quieres contar…
Yo era el chiquillo, tenía 17 años, recién estaba estudiando en el instituto, era el asistente de todos. No me hicieron bullying.
Y en la actuación… te identifican como un actor tirado a la comedia, y jovial, y hace poco en una entrevista dijiste que recién te sentiste actor luego de hacer cerca de 20 obras.
Sí, cuando me preguntan a qué me dedico, ya respondo “soy actor”. Es mi profesión, a esto me dedico. Y sí, la gente me ubica más en comedias, en papeles cómicos, porque probablemente es lo más popular que he hecho, y disfruto muchísimo haciendo comedias. Pero también he hecho papeles dramáticos, en el cine, en el teatro. Y esta obra (Bull), que es muy divertida y entretenida, también es muy dura, y el papel es complicado. Te puedo confesar algo: la obra la estamos vendiendo como una comedia, porque te ríes, es graciosa, pero si me preguntas mi opinión personal, yo creo que es un drama que da risa. Y acerca de que se me ve jovial, yo tengo 36 años, estoy más cerca de los 40 que de los 30.
Bueno…
La otra vez me di cuenta de que la primera obra que hice en mi vida fue hace exactamente 20 años, en el 2002.
Empezaste a actuar en el colegio, fuiste practicante en una oficina, estudiaste Comunicación Audiovisual, una vez dijiste que serías editor si no fueras actor, después estuviste en el taller de actuación de Roberto Ángeles, y desde ahí has empezado una carrera en la actuación que no ha parado ni por la pandemia, y coescribiste con Paloma Reyes de Sá la obra Submarinos… Ahora, hablando de tu labor actoral, ¿utilizas algún método o técnica en especial para construir tus personajes?
No tengo un método particular, cada personaje es distinto, cada director trabaja de forma diferente. Para algunos puedo tener una imagen personal, puedo decir “este personaje me recuerda a alguien de mi infancia”, y empezar a basar ese personaje en una imagen muy fuerte. A veces no tengo ninguna imagen real o mental, pero a través del impulso lo puedo sentir “viviendo” a través de mí, más visceral que de la cabeza. Cuando trabajo con Paloma Reyes de Sá el personaje nace a través del juego, de la relación con los otros personajes, y el juego te lleva a descubrir al personaje. A otros directores les gusta conversar, hacer trabajo de mesa. Tengo claro el objetivo del personaje, pero no soy muy esquemático, me gusta pararme en el escenario y ver qué pasa. Todo ese análisis lo hago, y cuando me subo al escenario lo descarto, y trato de reaccionar de la manera más orgánica y verdadera posible.
Qué es lo que te gusta de estar en el escenario.
Me gusta la presencia del público, y me gusta la adrenalina de entrar al escenario y contar una historia de frente durante el tiempo que dure la obra. Me gusta que no haya ningún director que diga “corten, toma dos”, no te va a salvar ni la edición ni nada, estás tú, los actores, y el trabajo que hemos ensayado. Me gusta ese viaje, a diferencia del cine que es ir trabajando por partecitas.
Qué emociones aparecen cuando estás por estrenar una obra.
Siempre uno está nervioso, pero son buenos nervios, uno está emocionado. Siempre unos 10 minutos antes de la función de estreno me pregunto, pucha mare, ¿por qué me gusta esto?, no entiendo, porque ahorita no la estoy pasando bien, pero son pequeños minutos antes del estreno. Pienso también en si al público le va a gustar la obra, pero intento que eso no ocupe mi cabeza y concentrarme en lo que tengo que hacer, que es actuar.
Siempre ensayan bastante para saber que todo va a ir bien.
Claro, uno ensaya y tiene confianza en su trabajo, y cuando tienes a un director tan bueno como Miki Page, una producción tan bacán como la de La Ira, y un elenco tan bueno, siento que puedo confiar en Andrea, en Joaquín, en Christian, y eso hace que entres en escena confiado. Si tuvieras que trabajar con una persona que no trabaja sino “huevea”, eso sí me pondría nervioso.
¿Te ha pasado?
Muy poquitas veces, por lo general he trabajado con gente muy profesional. Y ahora que estábamos hablando sobre la construcción del personaje se me olvidó comentarte que también son muy importantes los compañeros de escena que tienes, porque si en esta obra estuviese actuando con otras personas, mi actuación sería completamente diferente, porque estaría reaccionando a otros estímulos. La construcción del personaje también es… suena raro, pero también es un trabajo de equipo, como todo el teatro al fin.
¿Y cuando dos actores no se llevan bien?
No me ha pasado, nunca me he llevado mal con nadie. Sí he identificado cuando no se lo toman muy en serio, y eso te puede causar cierta desazón, es medio distractor, no te puedes concentrar al cien por ciento, ni disfrutar, ni confiar al cien por ciento. Me ha pasado muy pocas veces, no tanto en el teatro. Cuando me preguntan ¿qué consejo le darías a un chico o una chica que quiere estudiar actuación?, más allá de algún consejo sobre técnica actoral, yo siempre digo: sean puntuales, apréndanse su letra y respeten a las personas, respeten al productor, a la productora, a los directores, a sus compañeros, hagan su trabajo lo mejor posible y sean buenas personas, sean profesionales. Puedes tener todo el talento del mundo, pero si eres insoportable, nadie va a querer trabajar contigo.
Manuel, cómo te ha afectado la pandemia.
He sido bien afortunado, en comparación a historias realmente trágicas de muchísimas personas. Hemos sido uno de los países más afectados. No he tenido ninguna persona cercana que haya fallecido durante la pandemia, eso ya es un privilegio, si bien perdí varios trabajos, hubo varias obras sin hacer, una película sin filmar, y un par de proyectos más, tuve el privilegio de no quedarme en cero. Pude hacer un programa de televisión desde mi casa para TVPerú, pude hacer teatro virtual. Lo que más me ha afectado es no tener contacto con las personas, el aislamiento. Otra cosa que también me ha afectado es que es bien incómodo ensayar con mascarillas.
Una pregunta… ¿todavía está contigo Samus?
Sí, aquí está mi gata Samus, los gatos son animales maravillosos, te dan mucho cariño, te acompañan… fastidian también a veces… te ignoran también.
En el balance, es mayor el beneficio.
¡Totalmente!, por supuesto, por muchísimo.
¿Es la primera vez que tienes un gato?
Ya había tenido gatos. A Samus la adopté hace un año y pico. Una gata que tenía muchos problemas; era mayor, tenía aproximadamente cuatro años y medio, es tuerta, tiene VIF, que es el SIDA felino, tenía parásitos, estaba bien flaquita, con principios de anemia, el ojo le lagrimeaba, tosía y estornudaba todo el tiempo. Cuando la adopté, pasaron dos o tres semanas en que yo era prácticamente un veterinario, todos los días teníamos una rutina de tratamiento, limpiarle los oídos con un chisguete, echarle sus gotas en el ojo, agarrar la jeringa sin aguja para que tome la medicina, darle la vitamina… Y en tres meses la gata se volvió hermosa y sanísima, corre, juega, salta, volvió a la vida, fue muy bonito.
Cómo es un día en la vida de Manuel Gold.
Depende de qué tengo que hacer. Por ejemplo, mañana me voy a levantar temprano, a las ocho o nueve de la mañana, que es para mí temprano; me voy a juntar con una persona para conversar de un proyecto que va a realizar; en la tarde tengo tiempo para “huevear” un ratito, probablemente jugaré algo en la computadora, o leeré algo, y de ahí en la noche me voy a ensayar, o de repente revise algunas cosas de mi texto en la tarde… y así. Ese es mi día, tranquilo, no voy a ir a correr hasta el Morro Solar (risas)… soy bien tranquilo.
¿Y el cine?
Hace tiempo que no participo en una película, la última vez fue hace cuatro o cinco años. He conversado con alguien que tiene un proyecto. Por ahora sigo haciendo teatro. Curiosamente lo que hice en los últimos tres años fue conducir televisión, en IPe y en TVPerú, primero en Cortos IPe, luego en Por qué somos así, y ahora último con Generación Bicentenario, que es un programa que estuvo seis meses. Después de conducir Polizontes yo dije “creo que ya no quiero conducir, solamente volvería a conducir en televisión si el tema me interesa”, y los programas que hice en TVPerú y en IPe son así, me gusta lo que proponen y promueven.
De repente te proponen volver.
Por el momento no hay planes de volver a la televisión, este año he hecho mucho teatro, aparte de Bull estaré en TOC TOC, y para noviembre en una obra en la Universidad del Pacífico.
Una vez le pregunté al gran actor Juan Manuel Ochoa, el recordado “Jaguar”, si le molestaba que siempre le den papeles de malo, y él me dijo “¡no!, al contrario, es mi especialidad”… Y tú, si bien en el cine has hecho drama, como en El vientre, y tus personajes no han terminado tan bien…
Les han pegado, en La luz en el cerro tampoco termina muy bien el personaje.
Pero, qué sientes de que te den más personajes de comedia… o me equivoco…
No, estás en lo correcto, yo he hecho más comedia que drama, no es lo único que he hecho, pero he hecho más comedia que drama, y la gente lo percibe. Y así como te dijo Juan Manuel, que no le molestaba sino que le halagaba que las personas lo tuvieran en ese imaginario, pues te voy a ser sincero, en algún momento yo dije, pucha, no sé si me gusta mucho que me reconozcan más por esto que por otra cosa… no sé, cojudeces. Al final hice las paces con eso y me dije, si la gente me reconoce por hacer buenas comedias, qué bonito, qué bonito que te reconozcan y te aprecien por algo, y poder calar en la gente de esa manera, significa que he hecho bien mi trabajo, que he logrado instaurarme en su mente con eso. A mí me gusta mucho la lucha libre, y una vez un luchador dijo que estaba harto de que siempre le hablen de una lucha en específico, y llegó a odiar esa lucha, hasta que 20 años más tarde se dio cuenta de que esa lucha había sido bien importante y había inspirado a mucha gente, y como que hizo las paces con esa noche. Entonces, sí, a mí me encanta hacer comedia, y voy a seguir haciendo comedia.
Has superado el ego de un actor que puede decir “¡no!, yo soy versátil”.
Claro, al final, lo importante es que yo me divierta en el escenario, que esté contento, ya sea haciendo una comedia o un drama, porque también te puedes divertir haciendo dramas y cosas terribles, y Bull tiene bastantes cosas terribles, es divertida, graciosa, el texto es muy ingenioso, pero tiene cosas terribles. Como decías de los personajes que hice en el cine, que no terminan muy bien… no te voy a “spoilear”, pero acá también hay personajes que no terminan muy bien.
¿Qué te falta hacer en el arte que te gustaría hacer?
Probablemente dirigir teatro, más que interpretar un personaje soñado que tenga en la cabeza. Cuando hice Submarinos fui asistente de dirección de Paloma Reyes de Sá en esa obra virtual, y la pasé muy bien, me gusta mucho. Lo que pasa es que me parece una responsabilidad muy grande, pero creo que en unos años me voy a animar a dirigir algo en el escenario, de todas maneras.
Te hago una pregunta cliché… ¿qué te ha dado el arte?
Eeeh… muchos amigos… (risas)… Me ha dado todo pues, es mi profesión, vivo de esto, a esto me dedico. Si quieres que hablemos en términos románticos y poéticos, me ha dado paz, me ha dado luz, me ha dado vida… y en términos más banales y burdos, me ha dado comida, me ha dado focos prendidos, me ha dado agua que sale de mi caño, me ha dado todo.
Video de entrevista completa:
Entrevista: Giancarlo Tejeda
Fotografía de encabezado: Instagram de Manuel Gold
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