“TODO PUEDE FUNCIONAR CON BUEN HUMOR”

Fabiola Arteaga, comediante con varios unipersonales llevados a escena, y que además es profesora de stand up comedy, conversó con nosotros. Aunque ella empezó como publicista, más pudo su vena cómica, llegando a participar también en televisión, cine, y a representar al Perú en festivales de humor en el extranjero. Disfruten esta conversación en donde Fabiola nos cuenta cómo crea sus monólogos, basándose en situaciones cotidianas que luego pasan por el filtro del humor.

Fabiola, ¿de qué te ríes?

¿De qué me río en mi vida cotidiana?, de cosas simples, del ingenio para los apodos. Hay cosas que me dan risa que me siento mal que me den risa, como las caídas, si alguien se cae lo voy a ayudar, pero me voy a reír inevitablemente. Más allá de eso, siempre trato de verle el lado positivo a la vida, el lado amable, a todas las partes de la vida, a las bonitas y las feas, tengo un buen humor para pasar la vida.

Eres medio burlona.

Sí… no sé, me tendrían que evaluar los que me conocen. Creo que mantengo una visión que me permite sacarle humor a las cosas cotidianas, soy bastante observadora; entonces, trato de buscarle humor y salidas divertidas a las situaciones, no todo tiene que ser placentero y agradable, pero todo puede funcionar con buen humor, con esa visión de la vida, reírse un poco de uno mismo también, no ser tan duro con uno mismo.

Reírse de uno mismo.

Sí, hay bastantes ejercicios en el taller que dicto, de pérdida del temor al ridículo, que es superfuerte, ¿no?, el temor a parecer un huevón delante de las personas, el temor a enfrentarse a un público y paralizarse. Si aprendes a burlarte de las cosas que te pasan es mucho más llevadero, es una de las cosas que trabajamos. Pararte en un escenario es bastante difícil, además hacerlo solo es más difícil, hacerlo sin máscaras, sin nariz, sin cubrirte, sin disfrazarte, y de hecho has escuchado que hacer reír es más difícil que hacer llorar. Es un oficio bastante serio el humor, requiere bastante chamba, bastante timing, que todo esté bien calculado, incluso las improvisaciones, y todo es el resultado del ejercicio continuo del manejo del público, del disfrute y el manejo de los silencios que hacen que el chiste sea mucho más paja, no es tan importante lo que cuentas sino cómo lo cuentas. Hay chistes mongazos, recontramonses, que son un mate de la risa sólo por cómo lo cuenta fulanito. Eso evidencia que no importa tanto cuán profundo sea tu texto sino cómo lo cuentas y cómo armas el chiste, qué timing tienes para el humor, los remates, que estén muy bien pensados, eso hace un buen chiste.

Tú eres actriz…

Sí… soy publicista, soy redactora creativa, y la vida me llevó de la publicidad a los escenarios para hacer comedia. Comencé escribiendo guiones para publicidad, para tele, radio, y de ahí fui poco a poco abriéndome de la velocidad con la que va el mundo de la publicidad, que no era para nada mi ritmo de vida, en una agencia todo está superbién engranado y empiezas supertemprano y acabas bien tarde, y de hecho esa es una de las cosas que me saturó de esa chamba. De ahí entré por casualidad a Pataclaun, y ahí fue con July (Natters) que comencé a hacer impro, clown, comencé a dictar en Pataclaun las clases de stand up comedy, comencé a hacer mi propio syllabus de lo que podría ser el taller de redacción de humor, porque los alumnos entran a redactar un texto de humor que van a mostrar al final del taller, y no necesariamente los que se meten son comediantes ni quieren ser comediantes, hay gerentes de empresas que lo que les interesa es soltarse para hablar con sus colaboradores en las mañanas los lunes y crear empatía y tener cercanía con ellos. Es bien variado el grupo, eso es lo chévere, se meten a los talleres gente superdistinta, con chambas superdiferentes, y eso también enriquece al taller.

Siempre dictas talleres.

Sí, durante el año hacemos varios talleres que duran dos meses, y al final hacen su muestra en algún teatro o bar de Lima, con público, con toda la sensación, es muy adrenalínico para los chicos subirse a un escenario y mostrar lo que han chambeado, sus 10 minutos de humor. Funciona muy bien, todo el público que va es contenedor, saben que van a ver una muestra, y es el momento donde ellos se sienten realmente las estrellas de la noche, las luces se encienden y ellos mismos son.

¿Dónde das los talleres?

En Miraflores, en las noches para adultos, dos veces por semana. Es un espacio en que nos juntamos para soltar cosas de cada uno y para ver de dónde se puede agarrar uno para escribir sus 10, 15 minutos de stand up, eso es básicamente el taller.

¿Cómo se llama el taller?

Taller LAF (Los Amigos de Fabiola). No acepto grupos muy grandes porque no puedo controlar y ver tan personalizado el monólogo de muchas personas, así que máximo hacemos grupos de 12 para que pueda yo ver realmente a cada uno, dedicar el tiempo que se merece para que se sienta seguro de lo que va a escribir y se sienta contenido y no tenga vergüenza de mostrarlo. Justamente este cinco de agosto empezará el nuevo taller, solamente para 10 alumnos, y quedan pocas vacantes.

¿Alguno de tus alumnos ha seguido ese rumbo?

¡Claro!, cuando comencé con los talleres en Pataclaun estuvo en mi taller Guillermo Castañeda, Carlitos Palma, Rodolfo, Gachi (Rivero), Patricia (Portocarrero), Saskia (Bernaola), Katia (Palma), Ricardo Morán, Fiorella Rodríguez, Javier Echevarría, todos compañeros míos de teatro y que ya habíamos hecho talleres juntos y como ya nos conocíamos ha sido mucho más placentero, la parte de romper hielo y comenzar a trabajar con tus experiencias personales, de donde podemos sacar algo de humor para contar.

Te pregunté si eras actriz porque no sé muy bien cómo se podría clasificar…

Ah, comediante, es el rubro en el que estoy chambeando. Paralelo a eso también escribo guiones a pedido de las empresas que me quieren contratar o que quieren que les escriba una secuencia de humor específica sobre sus cosas, entonces me nutro mucho de información de ellos y les hago un show de stand up comedy sobre un producto específico o sobre la persona específica; ahí se amplía un poco más y no hago solamente mis textos sino que escribo sobre cosas que a veces es difícil pensar cómo sacarle humor, el cliente podría ser llantas de camión, no sé… al final es crear una situación, algún guion que refleje que todos nos podemos identificar con alguna situación de las llantas de camión y sacar el guion adelante y hacer un sketch de humor en el que todas las personas presentes se sientan identificadas, que se puedan reír y vacilar con algo que conocen.

Al final estás aplicando lo que has estudiado en publicidad.

Sí pues, me ha tocado vender varios productos. Me invitaron a Colombia a la Semana de la Publicidad para hablar sobre cómo vender con humor, es muy efectivo el humor para las ventas, está probado que si tus clientes durante los 15 primeros segundos de la entrevista se ríen es muy probable que cierren la venta. Son algunas técnicas rompehielo, de cómo empezar una reunión para que su final sea exitoso.

¿A qué comediantes admiras?

Aprendo muchísimo de mis alumnos, siendo no profesionales, justamente es esa frescura, ese empezar en cero, lo que hace interesantísimos sus textos, ellos no están contaminados con sacar un tema que vaya a vender tantas entradas a la semana, nada, ellos están haciendo su curso libre y pueden hablar lo que quieran. Admiro muchísimo las cosas tan geniales que puede sacar alguien que no esté cargado con la presión de hacer humor, sino que lo está haciendo porque simplemente le da la gana.

¿Y algún comediante reconocido?

Me gusta mucho –haciendo yo todo lo contrario- Jerry Seinfeld, que es bien simple, él con su look y su micro, y yo me he ido al otro extremo, con mis shows he saltado del stand up comedy convencional que es tú parada con tu luz blanca y tu micro de pie, me he ido ya mucho más a mostrar cosas con vestuarios, con luces, con músicos en vivo, en mi show Retocada usé interacción con videos, es todo un unipersonal multimedia, mucho más espectáculo, hay objetos, escenografía, muchos elementos que lo alejan del stand up comedy clásico y lo vuelven un espectáculo más completo. Por ahí me gusta Jerry Seinfeld porque es todo lo contrario, como lo clásico. De redacción me gusta Adal Ramones, porque sabe, desde un punto, irse por las ramas totalmente, y después genialmente regresar al punto.

¿Cuántos unipersonales has hecho hasta ahora?

Más o menos siete: Las chicas del Villa, La loca del parque, Sexo fuerte, A calzón quitado, Humorbo, Retocada… Y ahora estoy haciendo Super Fa, que es sobre los superpoderes femeninos, un show empoderador para las mujeres, lo estrené por el Día Internacional de la Mujer, lo hice todo mayo por el Día de la Madre, y muy pronto regresa a temporada.

En cierto modo en tus shows te burlas de ti misma.

Sí, claro.

Y tocas el tema del sexo, que es como un tabú acá.

Sí, una motivación al escribir son las cosas que me han llamado mucho la atención o que han hecho un quiebre en mi forma de ver las cosas, el colegio… estuve en un colegio superreligioso, de donde tengo a las mejores amigas el mundo, pero no metería a mis hijas en un colegio de monjas. Hice Sexo fuerte, que es sobre el poder que tienen las mujeres en realidad, y lo escribí cuando salí embarazada, que fue para mí un cambio radical de orden de prioridades, y cambió mi cuerpo, mis gustos, todo. Humorbo es sobre el sexo, sobre todas las cosas que la limeña no habla, todo el mundo lo habla bajito, y es una cojudez, o sea, la mujer en Lima que lleva un condón en su cartera es una puta, una rucaza, el promedio de los limeños dirán “qué pendeja”, cuando debería ser todo lo contrario; Humorbo en realidad es una clase de educación sexual, con desahueve más, y con temas superbásicos que no se hablan, como que el 99 por ciento de las mujeres no saben dónde está su punto G; entonces, contémoslo con mucho humor, que te mueras de risa, pero después del show vas a saber exactamente dónde queda tu punto G, y así… aprender a poner correctamente un condón, que no es tan fácil, la mayoría de la gente en el show lo pone al revés, abre el condón con los dientes, no deja un espacio en la cabeza, miles de errores de lo mínimo que tienes que saber sobre el sexo, y creo que la mejor manera de dar información es con humor, tiene mucha recordación el humor. Humorbo es una clase de educación sexual bien cacheteadora a la sociedad cucufata en la que vivimos.

Estuviste mucho tiempo con Retocada.

Sí, Retocada es la búsqueda de la eterna juventud con mucho humor, sobre todo en un trabajo en donde te sientes presionada a estar bonita, estar flaca, estás superexpuesta… Eso por un lado, pero el verdadero fondo del guion es lo complicado que es para los artistas buscar auspicios. Si quieres montar algo necesitas alguien que te auspicie, pero, ¿a quién le dan auspicios?, a la tetona que sale en el reality, a la superconocida, a la chibola que no hace nada pero se chapó a no sé quién y ya es famosa, y tú al final para un auspicio tienes que remar un montón. El show trata de eso, que al final lo hice sin un auspicio, cero plata, todo fue favores, llamé a mi amigo que filma, “hazme los videos, broder, y yo te invito a almorzar”, a mi amiga la diseñadora, “hazme los retoques de las fotos”, a mi amigo el maquillador, y así… tocar puertas y pedir favores a toda la gente que sé que me quiere, y al final pude sacar el show con video, con música, a puro favor, porque si espero que venga una marca a auspiciar, me quedo esperando todo el tiempo.

¿Inicialmente el tema de Retocada era la belleza?

En realidad de ahí salía el nombre, era “re-tocada” y jugar con el nombre de “reloca”, y “retocada” de los retoques que te quieres hacer, y “retocada” de “remanoseada”. Tenía un nombre que jugaba mucho para escribir muchas cosas.

¿Crees que la belleza es una cruz para las mujeres?

No sé si es una cruz, pero… lamentablemente, sí te abre puertas; o sea, ser una chica bonita, tetona, joven y culona, de hecho te llaman para el casting antes de la que ha estudiado un montón pero no es tan atractiva como tú.

¿Te identificas con todos tus personajes, o con alguno más que con otros de los que has hecho?

Todos los personajes tienen un poco de mí. Todos son personajes de un momento, pero todo lo que hablan es sinceramente Fabiola, en realidad no estoy ocultando ni destrozando mucho, tal como soy yo está ahí y le tengo cariño a todas estas etapas de la vida que me han hecho escribir todos estos guiones.

Hablaste de la maternidad que te cambió…

Sí, y después el siguiente show que escribí fue A calzón quitado, que fue después de una infidelidad, que habla de las etapas que pasas después de eso, que no hay cómo saltarse las etapas, tienen que pasar, primero lloras, después te molestas… todo el proceso que vives.

¿Es cierto que la Policía te detuvo por estar con un uniforme policial en Barranco?

Sí, fue una experiencia horrible; primero me mataba de risa, después ya estaba un poco molesta, y después ya estaba llorando. Creo que desplegaron demasiadas unidades de la Policía por algo tan simple. Estaba con un uniforme saludando a la gente de Barranco, metiendo chongo, y vinieron todos los policías y me acusaron de “usurpación de poderes”, alucina, y me fui a la comisaría.

¿Alguna vez has tenido que actuar y hacer reír a pesar de estar triste o deprimida?

Ay, un culo de veces, un montón, y nada, caballera, haces así… te tragas nada más tu bola en la garganta y sales y la haces linda.

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Giancarlo Tejeda Written by:

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