Mariano Querol, psiquiatra reconocido y de vasta trayectoria en nuestro país, conversó con nosotros acerca de la violencia, ese factor que queremos erradicar, y que sin embargo no comprendemos en su totalidad e ignoramos su inherencia en el ser humano.
¿Usted cree que la violencia se ha incrementado en el Perú en estos años?
Yo diría que la violencia no varía en cuanto a cantidad, sino al tipo de violencia. Violencia es generar dolor a otra persona, es una actitud destructiva, incluso hacia objetos, sin el consentimiento. Si se cae un farol, no es violencia, pero si alguien rompe el farol, es una situación de violencia. Hay violencias voluntarias y violencias involuntarias; si una persona choca su auto y hiere a alguien, no es voluntario, pero es violencia; pero si una persona quiere matar a otra con el auto, eso es otra cosa. La violencia existe en el ser humano desde chiquitos, todos llevamos un potencial de violencia, que puede, o no, descargarse. Hay una cuestión genética, y actualmente se piensa que mucho influye el ambiente, desde la concepción y el embarazo, se están produciendo huellas, toda acción violenta que afecta al feto es retenida. Al nacer, por efecto genético, y por efecto del ambiente que ha vivido, porque ya es vivir desde el momento de la concepción, eso constituye la fuente más importante de la posibilidad de violencia, porque lo ambiental sigue influyendo. Si se vive en un ambiente violento, en un callejón o en el Callao, la gente es más violenta ahí que en San Isidro.
Entiendo.
Por otra parte, la violencia es algo que siempre está presente, y cuando me preguntas, yo te digo: fíjate cómo la violencia hace unos años era mucho mayor; a las empleadas domésticas se las trataba como esclavas, y eso es una forma de violencia. A los obreros de las haciendas se los trataba mal. Sin ir muy lejos, hace 150 años todavía se usaba el cepo, que es una herramienta de tortura, todas las haciendas tenían su cepo, es una herencia colonial.
Háblenos de los tipos de violencia.
Hay todo tipo de violencia: contra el agricultor, que lo maltratan en todo sentido, lo desprecian, el agricultor es pobre aunque trabaje como una mula, lo cual es una forma de violencia.
Es lo que llaman violencia estructural.
Exactamente, la violencia estructural es aquella que está ínsita en la cultura, lo que forma parte de la estructura de la cultura.
Enfocándonos en la violencia que sale en los medios…
La guerra.
Bueno, la guerra está en el ser humano… no sé desde cuándo…
El ser humano está orientado, muchas veces, hacia la violencia. El caso de Kim Jong-un es un caso de violencia extrema, como en tiempos de la Guerra Fría, donde nadie peleaba con nadie, con una violencia no expresada, pero sentida, la gente sabía que había violencia, había incertidumbre. Todo lo que es dañino para el ser humano, y él no lo busca, eso es violencia. Si tú analizas, prácticamente toda la conducta humana está teñida de violencia, que se acepta. Si pasas por un sitio y encuentras un montón de pordioseros, es una forma de violencia; de alguna manera la sociedad ha hecho que esos seres sean violentados, mal nutridos, mal educados. La pobreza es una forma de violencia, nadie quiere ser pobre, y hay muchos pobres. La cultura en sí es relativamente violenta, todas las culturas, porque obligan, cercenan, la libertad del ser. Las religiones también tienen situaciones de violencia, porque te pone límites; entonces, si la persona no puede casarse hasta que se case la hermana mayor, se está haciendo una violencia, porque le impiden la libertad. La violencia es dolor y, también podríamos decir, falta de libertad, quitarle la libertad al otro.
Entonces, es inevitable la violencia.
Así es.
Debería haber al menos un equilibrio…
Es bien difícil. Además, lo que es paz para unos, o es conveniente, siendo violencia, es aceptado, pero para otros no. Un miembro del Ejército Islámico… lo llaman Estado Islámico, yo lo llamo Ejército Islámico, porque ese conjunto de asesinos no puede considerarse como un estado, es la típica situación de violencia terrorista..
Enfocándonos en la violencia que sufren las mujeres, por ejemplo, ¿cree que se ha incrementado o es que es más visible ahora?
Es más visible, siempre ha habido, incluso hay casos de violencia que han disminuido, por ejemplo, la violencia ante los homosexuales, en muchos lugares ha disminuido, pero, hace unos años, todo homosexual era condenado a muerte por la Iglesia, era el pecado máximo la homosexualidad, y ahora no. Hay aspectos que muestran que hay una disminución de la violencia, pero, en general, yo diría que la violencia, lamentablemente, se mantiene. Se mantiene porque corresponde muchas veces a problemas de la infancia, en la infancia el niño es violentado y la violencia familiar es enorme, y la violencia se aprende. En las familias antiguas, en nuestra misma cultura, eran mucho más crueles: el azote al niño, el castigo físico al niño eran parte de la educación, en los colegios de curas, el profesor con la palmeta… la violencia formaba parte de la educación.
En el ser humano es inevitable la violencia…
En algún momento de la vida surge la violencia. Incluso, entre una madre y su hijo, todo va muy bien, y el hijo sigue llorando y sigue llorando, y la mamá en un momento dice: “¡Ya cállate!” y ¡pum!, el amor materno se diluye y el chiquito queda golpeado. Esas formas de violencia antes eran admitidas, ahora no.
Alguna vez usted dijo que los criminales se gestan en las casas y que el origen del mal está en la infancia…
Es posible porque, el animal humano es como los demás animales, hay una territorialidad, o hay una posición de posesión: el marido posee a la esposa, y si le hacen algo a la esposa, lamentablemente por ser un acto que genera dolor, va a generar violencia. La violencia cambia, pero persiste. ¿Y por qué persiste?, porque hay aspectos de la mente humana que orientan hacia el golpe, hacia la reacción brutal, y también se origina cuando hay diferencias culturales o religiosas; entonces, unos dicen que se puede comer carne y otros dicen que no, o que tienen que ser circuncidados y otros que no deben ser circuncidados. Eso nunca va a desaparecer. Una de las causas más grandes de la violencia que ha habido, y que hay, es por cuestiones religiosas. Hay culturas que quieren paz, pero hay otras que quieren tener guerra, quieren dominar, quieren conquistar. Las conquistas y los coloniajes son violencia, y el origen de esa violencia con frecuencia está en lo que se llama psicopatía.
Que es una enfermedad mental.
La psicopatía es una alteración, o un trastorno, o un desorden, no se le considera una enfermedad mental. Una enfermedad mental usualmente es un cuadro psicótico, cuando la persona no está en la realidad, y si hace algo no se da cuenta muchas veces, porque es psicótico. El psicópata hace lo que le da la gana y obliga al otro a hacer cosas diferentes. La tabla de valores de un psicópata es diferente a la tabla de valores usual de la cultura. La mayor parte de los delincuentes son psicópatas.
No son inimputables.
Claro, son imputables. El psicótico a lo mejor comete un desatino, un esquizofrénico puede cometer los desatinos más grandes, y no se le puede imputar, porque esa persona no tenía control sobre sí misma en ese momento. En cambio, el psicópata sí sabe lo que hace. El psicópata es una persona normal, como tú y yo, con la diferencia de que él tiene una tabla de valores según la cual él hace lo que le da la gana, y los demás tienen que hacer lo que a él le da la gana. Muchos de los grandes políticos, muchos de los grandes terratenientes, muchos de los grandes capitalistas son psicópatas… “Corten el agua de tal sector”, “pero, señor, hay tierras cultivando, si cortan el agua va a haber una hambruna”, “¡que haya una hambruna!, porque yo quiero controlar esta parte”, ese señor puede ser un presidente, un almirante… En las áreas castrenses hay muchos psicópatas. Lo psicopático es, como todo lo emocional, en parte genético y en parte adquirido. Los chicos aprenden a ser violentos entre ellos, entre las pandillas. La masa humana usualmente deviene en violencia, porque hay una deshumanización, no es la persona lo que cuenta sino el hecho de estar en masa. Las masas suelen ser muy destructivas.
¿Se podría diagnosticar psiquiátricamente a la nación peruana, al país?
Es muy difícil. En la salud mental de la población siempre hay componentes psicopáticos, porque lo psicopático es una parte de uno mismo, mucha gente la puede tener controlada o incluso casi inexistente. Hay gente muy pacifista, pero son muy pocos, la mayor parte no.
Me refería a la sociedad peruana como un paciente psiquiátrico.
Bueno, se puede, metafóricamente, considerar así, pero hay que tener en cuenta que un país es muy grande y siempre hay gente que, por la fuerza… porque la fuerza es lo que determina la violencia, la capacidad de en un instante matar al otro. Por ejemplo: Las Cruzadas en el Medioevo, era una cosa espantosa, porque todos iban con la disposición de matar al enemigo árabe, el fundamentalista árabe frente al fundamentalista cristiano.
Hablando de la violencia estructural…
La violencia estructural es la que está en la cultura y en la vida diaria.
Y, a raíz de eso, puede ser que surge la violencia como la de Sendero Luminoso, que dicen que son del pueblo, para la justicia social… y todo es como una violencia que no acaba, una causa-efecto infinita.
Porque siempre hay un oprimido, y el oprimido está violentado, y cuanto más violentado, más dispuesto a hacer cualquier cosa para no seguir teniendo la violencia. Piensa en la esclavitud, por ejemplo, es una forma brutal de violencia. Fíjate la violencia que ha habido durante siglos con la trata de personas, y que sigue. La presencia de negros en los países donde vivimos es el resultado de una violencia espantosa.
¿Qué podría hacerse para que no haya tanto daño?
Se puede decir que la existencia de una condición de paz favorece a la no violencia. Si la gente tiene lo que necesita, no hay tanta tendencia a la violencia. Cuando la gente no puede satisfacer sus impulsos básicos, va a generarse violencia, de todas maneras. Fíjate en las turbas, que se forman con personas con carácteres psicopáticos, dispuestos a cualquier cosa para conseguir lo que se proponen, puede ser una lata de conservas o un millón de dólares.
¿Y el racismo?
El racismo es una forma de violencia. Todo lo que es excluyente es violento. La violencia tiene un componente genético y un componente ambiental, y ahora se acepta que la parte psicológica influye mucho más de lo que se pensaba, ¿por qué?, porque las neurociencias demuestran que todo proceso en el ser humano tiene un aspecto que es reactivo a una situación y otro que es espontáneo; hay gente que mata espontáneamente, porque le provoca simplemente, porque quiere ver cómo muere alguien, eso lo hemos visto en el Perú: este chico que acuchillaba para ver cómo se retorcía de dolor el herido. Todo eso se junta.
Usted dice que el ser humano no cambia…
No cambia, va a seguir así. Fíjate que la violencia que existe desde el comienzo de La Creación incluso, para los que creen en La Biblia…
¿Usted cree?
No. La he leído, pero tengo razones, en cierta forma, para no seguirla.
Pero decía que en la historia de La Biblia existe la violencia.
Pero claro pues, el libro de los Reyes, por ejemplo, es un genocidio, mantenido por Dios, porque ordena al pueblo de Israel a arrasar a otros pueblos.
Hablando de La Biblia, de Dios, de la espiritualidad… usted sí cree en la espiritualidad del ser humano…
Claro. Toda religión tiene espiritualidad, pero no quiere decir que toda espiritualidad tiene que ser religiosa. Un concertista que toca con todo su sentimiento tiene más espiritualidad que un señor que está diciendo letanías horas tras horas.
¿Cree también en lo que llaman metafísica?, ¿en la telepatía por ejemplo?, ¿cree que es posible?
Hay fenómenos que llaman paranormales, la telepatía por ejemplo, y el sincronismo, que de pronto suceden cosas de modo sincrónico. Sincronismo es que toda una masa se encienda, que todo un pueblo marche, es lo que está pasando en Venezuela, que es la gente que se opone de una forma pacífica ante una violencia brutal del enfermo del “Inmaduro” (risas).
¿Y los sueños premonitorios?
Eso puede entrar dentro de lo paranormal.
Volviendo al tema… entonces, la violencia siempre ha existido, no ha cambiado, solamente se está haciendo más visible.
Históricamente, lo primero que hay en La Biblia es un asesinato.
¿Cree que vuelva a surgir el terrorismo aquí en Perú?
Sí, claro. Las razones del terrorismo siguen. El terrorismo no ha acabado, habrá pocos, pero son. La razón es muy simple: el hambre genera violencia. Donde hay personas que tienen hambre o frío, eso es el origen de la violencia.
¿Cree que el sistema está corrompido?
Más que corrompido, porque de hecho lo está, está inculto.
Usted también sufrió violencia hace 20 años, ¿eso cambió su forma de pensar?
Yo he sufrido violencia desde chico, mi madre me pegaba mucho, así es que conozco un poco el asunto. Eso agrió la relación con mi madre. Hay muchas formas de violencia, si dejas de hablarle a una persona estás ejerciendo violencia, le estás haciendo daño, le estás despreciando. Hay formas de violencia física y violencia psicológica.
Me refería al tema del secuestro.
Ah, el secuestro, sí, es una forma de violencia, y fea.
¿Pensó que iba a pasar lo peor?
Bueno, sí, yo pasé 18 días encerrado en tres por dos (metros), lo que era un baño chico. Entonces, uno siempre piensa todo. Felizmente yo llegué a conversar con los dos guardianes que tenía, y eso humaniza a la persona. Llegó un momento en que dije ¿qué hacen aquí secuestrando a un hombre, encerrándolo?, ¿yo qué te he hecho?… “Sí, doctor, ya, ya, ya…” Eso es lo que yo llamo “el efecto Lima”, anteriormente era “el efecto Estocolmo”, donde el secuestrado, la víctima, se volcaba hacia la conducta del que la había secuestrado; en cambio, yo he hablado del “efecto Lima”, que es en el que el violento, el secuestrador, como que se ablanda y se va del lado del secuestrado, hay una posibilidad de cambio, para mejoría de la situación sobre la base de un entendimiento empático.
Entrevista y fotografía de encabezado: Giancarlo Tejeda
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