“CON EL ARTE NOS COMUNICAMOS DE UNA MANERA QUE EN EL LENGUAJE ORDINARIO NO SUCEDE”

La Lá. Cantante, compositora. Conversamos con esta artista que irrumpió en la escena musical en el 2014 con Rosa, disco elogiado dentro y fuera de nuestro país. “Zamba puta”, su segunda producción, confirmó la calidad de su arte, inclasificable en un solo género, sumándole algunas letras en otros idiomas y otras, comprensiblemente, feministas. Conozcamos un poquito más de ella en esta entrevista en donde nos habla de sus inicios cantando en pequeños cafés, de la música como medio de expresión, y de su visión sobre la violencia que sufren las mujeres día a día.

 

Sábado en la noche, recital de La Lá en el Superba. Fui a oírla, sin la voluntad de entrevistarla, todavía. La había oído en dos ocasiones, y esta vez de nuevo su música y su voz confirmaron que fue una buena decisión asistir. Esperé al final de su presentación para saludarla y recordarle que quería hacerle una entrevista, pero en una próxima ocasión, ya que no estaba preparado. Me dijo que la hagamos ya, “o atente a las consecuencias”. Tenía que entrevistarla, una persona como ella no tiene mucho tiempo libre, así que escribí en una hoja de papel un par de preguntas premeditadas, y empecé…

 

Hola, La Lá… Giovanna… ¿La Lá?, ¿Giovanna?, ¿cómo te gusta que te digan?

Yo dejo que las personas me llamen como gusten, porque hay gente que me conoce por el tema musical y me dice “La Lá”; yo entiendo, me parece bien también, como un código de trabajo para distinguir espacios, “La Lá” es como un nombre del espacio musical.

Alguna vez leí que “La Lá” se te ocurrió porque siempre eras “LA que hacía tal cosa…”

Porque “La Lá” era como mi versión de “la chata”, “la china”… como la representación de una persona que tiene vida social, porque la gente la llama como algo, ¿no?, la identifica dentro de algún arquetipo social como algo; pero, como yo no tenía vida social, puse “La Lá” como llenando el vacío de un apelativo.

No tenías mucha vida social.

No, porque tenía un niño chico; entonces, no salía.

Y eso se te ocurrió cuando ya empezaste a hacer música.

Sí, yo empecé a hacer música con mi niño pequeño.

Fue algo natural, me parece, porque tú has estudiado…

Filosofía.

¿Y la música apareció de pronto como una opción?

Yo siempre… toda la vida me gustó la música, y me gustaba cantar, pero “La Lá” salió cuando empecé a tocar guitarra, de manera intuitiva, y a chamullar algunas palabras, empezaron a salir como unas canciones, yo pensaba que eran como protocanciones, pero eran canciones, solo que como yo no tenía formación musical, no sabía identificar qué era lo que estaba haciendo, pensaba que eran como juegos de alguien que no sabe música, en fin. Y al final, esas fueron mis primeras canciones de La Lá. Y así compongo hasta ahora.

No pensabas dedicarte… tú lo hacías por hacer nada más.

Por necesidad, por una necesidad anímica, emotiva, de expresarse. El arte siempre es como una cura para las personas, ¿no?; dibujar… todo lo que sea expresar ayuda a las personas a apaciguarse o a encontrarse o a entenderse; a veces uno escribe y luego lees… has procesado algo. Para mí la música es una manera de procesar.

¿Cuándo fuiste consciente de esa necesidad?, ¿cuando empezaste a componer o desde antes?

Cuando empecé a componer me di cuenta que la música era para mí un buen dren.

Un dren… para drenar.

Sí. Un buen medio de expresión para sublimar cosas.

Pero tú, como dices, tocabas la guitarra, cantabas… ¿y de niña también se manifestaba la música?

Era muy musical, en mi familia somos muy musicales, me gusta cantar, me gusta hacer percusión en la mesa; es parte de la familia, la música nos gusta mucho.

https://www.youtube.com/playlist?list=PLJFyxConbgmLBYzL_m_66kNGv3r4jYUn1

Ahora, ¿cómo así se te ocurre… (Giovanna otea mis apuntes sobre la mesa, quizá intentando descifrar las palabras, las preguntas formuladas, pero le advierto…) Ni yo entiendo mi letra (risas) ¿Cómo fue que tuviste la idea o lograste o quisiste o dijiste: “Ya, voy a grabar algo”?

Porque yo ya estaba tocando en un pequeño circuito en Lima, en cafecitos, y tenía un pequeño público que me pedía que grabara, y por eso grabé, porque mi público me pedía.

Entonces, la pregunta sería: ¿cómo fue que empezaste a tocar en público?

Porque… una canción mía la escucharon unos amigos, la pusieron en un disco compilatorio que rotó mucho, y ese disco compilatorio me incluyo en algunos conciertitos.

¿Qué canción era?

Oeste.

Tú la habías compuesto, y la habías tocado en algún lugar…

A amigos sobre todo.

¿A amigos nada más?

Sí.

¿Te grabaron?

No. En esa época que empezaban las cosas de internet y ese tipo de difusión, tuve unos amigos que tuvieron una iniciativa de hacer un disco compilatorio para vender y sacar fondos para la gente que estaba sufriendo un friaje en Puno muy bravo. Entonces, sacamos un disco con la finalidad de recaudar fondos. Cada músico grababa como podía. Eran grabaciones muy caseras, mucha gente ya tenía su computadora, y tipo con su closet te grababas y quedaron. Cada uno hizo sus temas, y salió esto; y ese disco tuvo rotación, y todo ese entorno de amigos y sus amigos eran los que iban a los conciertos.

¿Y ya empezabas a componer también otras canciones?

Sí. Tenía un repertorio de cinco canciones, tocaba las cinco y se acababa mi presentación.

¿Antes de esa grabación empezaste a tocar en pubs?

No, fue a raíz de esa grabación.

O sea, tú te mandaste nomás grabar la canción.

Porque me lo pidieron. O sea, alguien la escuchó, una amiga que estaba organizando ese disco, y me dijo: “¡Ay!, hay que poner tu canción, me encanta”, y la puso, a dedo. Es que, recién empezaba la difusión por internet, no había mucha competencia, no habían referentes en internet, no había como plataformas de grabación de bandas que uno diga “voy a poner esta banda que tiene bastantes vistas”, no, porque no había nada de eso, era todo incipiente.

Estamos hablando del año…

2008.

Claro, recién empezaba internet a cambiar un poco… Tú música es… no sabría cómo… no hay clasificación para tu música, me parece, porque haces diferentes ritmos… en mi Spotify tengo varios géneros en las listas, y tu música está en casi todas.

Ah, qué bacán, no sabía eso.

Sí, me parece que tu música abarca muchos ritmos, pero tiene en común que es una música más tranquila, para escuchar, melancólica también.

Sí, eso es lo que me dicen, que es tranquila. Me gusta que tengan esa definición, porque la tranquilidad me gusta. Pero no tiene un género definido porque yo no compongo pensando en un género. Entonces, lo que sale buenamente, eso es lo que es, cualquier cosa.

Incluso hay unas canciones que no sé si son trova o vals o balada, no sé en qué lista ponerla, a eso me refería, es como una fusión y algo nuevo a la vez. No sé si es un elogio, pero, ¿te han comentado eso?, ¿que no saben qué es?

Sí. Es más, muchos críticos de música me preguntan qué género es, y yo no sé qué decir. No me parece muy importante; para algunas cosas sí es importante, sobre todo como ahora todo en internet necesita ciertas clasificaciones, incluso como etiquetas para poder derivar la música a ciertos canales, “esto va con el paquete de world, o el paquete de folk, o de no sé qué”, y me cuesta mucho poner etiquetas.

https://www.youtube.com/watch?v=8D6_oRAIsPc

Hablando de tu música, del éxito que has tenido… sabes que has tenido éxito, ¿no?, al menos en el circuito de Lima, e incluso internacionalmente, porque he visto comentarios de artistas como Julieta Venegas…

No sé si éxito o reconocimiento, ¿no?

Claro, “éxito” es una palabra quizá interpretada erróneamente; la gente piensa: éxito=dinero, o éxito=premios, pero para ti el éxito puede ser otra cosa; ¿sientes que has tenido al menos el reconocimiento que tú…?

Sí he tenido reconocimiento, sobre todo en el Perú.

¿Eres consciente de lo que ha logrado tu música?, ¿te ha sorprendido quizá?

No pienso mucho en eso, Giancarlo, de verdad, no pienso mucho en eso. A mí me agrada cuando estoy tocando y termina el concierto, converso con mi público. Eso me agrada y es real, nada más. Después, cuando sale una reseña, yo leo, me parece bien, pero no pienso mucho en eso, porque mi…

¿Sabes?, hasta en los crucigramas he visto las canciones.

Sí, es chistoso, esa es la nota cómica.

Me refería al impacto que tiene en la gente, que la gente te llega hasta a querer, a admirar, es como que les das felicidad a la gente, me imagino que es un logro, ¿no?, que te debes sentir bien.

Lo que me hace sentir bien es comunicar, no comunicar un mensaje específico, sino el hecho de que… yo creo que a través del arte los seres humanos nos comunicamos de una manera que en el lenguaje ordinario no sucede. Las personas normalmente tenemos barreras, somos personas que desconfiamos del otro, pero el arte permite que las personas compartan humanidad, compartan compasión, empatía, gente que es extraña la una a la otra. A veces viene una persona, una chica que me ha escuchado, me cuenta en qué momentos escuchaba mi música, y siento que hay una relación afectiva entre nosotras. Por eso, ¿ves? Eso para mí es valioso del arte, es una experiencia de cariño, eso.

Hablando de comunicar, también por ahí leí que tú dijiste que a veces sobreestimamos el lenguaje convencional, las palabras, ¿no?, y me acuerdo de tu canción Sirena.

Tiene que ver con eso, ¿no?, tal vez, tal vez sí.

Me parece que tú estás ahí haciendo una mezcla de catarsis con una especie de comunicación nueva.

Por ejemplo, en esa canción, en esa parte que balbuceo, yo le pongo un montón de sentimiento, y lo que yo quiero transmitir es como que la gente diga: “¿Qué estará diciendo con tanto sentimiento?” (risas)… y en realidad no estoy diciendo nada, solamente estoy como que… Es como actuar. Es una broma, a mí me gustan mucho las bromas, me gusta mucho el chiste.

Hay una canción, de tu primer disco también, Narcisos, que mencionas: “Quisiera dar por muerto al monstruo que vive en mí”

¡Al ego!

No dices “ego”, pero puede ser interpretado como otra cosa…

“El monstruo que vive de mí” es el ego, por eso se llama Narcisos la canción.

Normalmente tus canciones me suenan, o a mucha gente le suenan, melancólicas, se identifican con la música, con la letra… ¿Tú eres así?, ¿o parte de ti?, ¿o es una percepción quizá exagerada o muy encasillada de ti que tiene la gente?

Yo no sé si la gente me percibe tanto a mí como persona; o sea, lo que está recibiendo, finalmente, es un trabajo artístico, un trabajo musical. Incluso, cuando yo canto, estoy en una función, de alguna manera, no función de teatro, sino cumpliendo un rol, que es interpretar y transmitir una cosa, pero no es como mi persona real; o sea, sí soy yo, pero no es mi persona del día a día.

Claro.

Cuando yo canto estoy… estoy en un estado distinto.

¿Y a la hora de componer también es como una especie de personaje que te posee?

No, pero digamos que las composiciones no son una transcripción literal de una cotidianeidad, hay una distorsión, hay una amplitud de una cosa, un sesgo de otra, ¿no?

Algunas son románticas, historias medio trágicas. Normalmente un artista se inspira en sí, pero también en todo lo que ve, ¿no?

Sí, filtras cosas, filtras de todos lados.

Pero igual, algo hay de ti quizá en algunas canciones…

¡Hay mucho de mí!, y de todos también, porque, yo siento que cuando algo comunica es porque otros lo pueden leer, porque es algo que es universal. Lo que se comunica a todos es porque todos lo pueden leer, porque es de todos, ¿no?

https://www.youtube.com/watch?v=3ijaFuVeAtc&t=53s

En Lima se te reconoce, pero, también afuera… ¿has tenido propuestas para tocar?

Sí. He ido a Chile, he ido a Colombia, he ido a México, he ido a Brasil. No he ido a Europa, todavía.

Volviendo atrás, ¿te acuerdas de tu primera presentación en público, tu debut?

Sí. Fue… creo que en un café que se llamaba… no me acuerdo, pero ya no existe, en Barranco.

Ya… y…

Toqué sola, con mi guitarra, me equivocaba un montón, parecía un stand-up comedy, la gente pensaba que era una performance, porque me equivocaba tanto con la guitarra que pensaba que estaba actuando, y les divirtió.

Hablando de tus composiciones, tu primer disco, Rosa, que tuvo gran impacto, al menos buenas críticas, está inspirado en muchas cosas; pero, el segundo, ¿es verdad que está inspirado en cartas, testimonios y casos de mujeres que tuvieron malas experiencias, que…?

No, no son testimonios, pero sí fue un disco hecho con una intención. Es un material musical que quiere apoyar, ayudar, incentivar la reflexión sobre la violencia de género, y hay temas que son específicamente… cuya letra e intención está claramente dirigida a ese objetivo, y hay otras canciones que no.

Claro, la pregunta era que…

Hay una canción que está inspirada en un libro de una ONG que se llama Vida Mujer, editó un libro que llamaba No te mueras por mí, que ponía en un lado cartas de amor de gente que había maltratado, violado, asesinado, golpeado a mujeres, y en el otro lado, la historia de esas mujeres. Lo que quería la ONG con ese libro era mostrar a estas mujeres… era mostrar, en general,  que estas conductas de reincidencia, y el romance, y la violencia, no eran normales, ¿no?, que la violencia en la pareja no era normal. Entonces, yo hice una canción inspirada en eso, porque me parecía importante que las mujeres no creyeran que eso es normal.

No es Primor, ¿no?

Entera.

Sobre casos de feminicidio.

Y lo que comunica la prensa es que eso queda impune. Entonces, creo que eso también hace que la fantasía de la sociedad, la violencia, se legitime como posible. Porque, mira, tú ves a este loco, no le pasó nada, a este otro, no le pasó nada, a este otro, no le pasó nada. Entonces, todos los locos, “se vuelven más locos”, ¿no?, porque es como, “bueno, creo que puedo soltar un poquito mi locura y hacer lo que me da la gana, porque, total, no me va a pasar nada”.

Es un poco desesperanzador, ¿no?

No, yo creo que no, yo no pierdo la esperanza ni en el Perú ni en nada, todavía no.

Por ahí una vez un músico dijo que los artistas viven como en una burbuja… algunos, ¿no?, y no se dan cuenta de su entorno, de la sociedad. Me imagino que no es tu caso, ¿no?, porque tú al menos has tratado de dar tu punto de vista del caso de las mujeres. Hablando de eso, de tu música, de la gente… también haces música peruana…

No sé. Sobre lo del género, como te digo, no tengo una intención de componer a partir de un género. Soy peruana y hago música, por ese lado sí se puede decir que hago música peruana, pero por la filiación, por el género, no te podría decir.

Naturalmente, te sale ese ritmo y lo haces así, no es que digas “voy a hacer un landó”… La felicidad es como un landó, ¿no?

Una zamacueca, creo.

De algún modo… es como acercar la música peruana, un poco olvidada, a los jóvenes.

Me gustaría que fuera así, sí, me gustaría que fuera así, sería un propósito muy bueno, para el día de hoy, ¿no?, que me parece que no hay ni siquiera una base de datos bien ordenada de lo que hay de música peruana, no hay fuentes a la mano para la gente.

De niña me imagino que absorbías de todo, muchos ritmos, y quizá por ahí has escuchado música peruana, y por eso es que te sale.

Creo que no… sí, no sé, creo que un poco filtra lo que yo he escuchado de chica, y también lo que he buscado de grande.

¿Tienes alguna música favorita?

Me gusta todo, todo, yo escucho de todo, desde salsa… todo… la música latinoamericana me gusta mucho… escucho todo, me gusta el jazz, me gusta todo.

Apagón, libro escrito por La Lá e ilustrado por su padre, Alonso Núñez

Hablando de tu niñez, en tu libro Apagón cuentas historias de tu niñez, de la época de los apagones; es un libro para los niños, pero también para los nostálgicos que vivieron esa época.

No sé si se puede tener nostalgia de una época así o por ese motivo, ¿no?, el motivo del terrorismo no da nostalgia, creo.

Pero, tú libro no habla del terrorismo.

Pero habla de los apagones producidos por las torres derribadas.

Pero de un modo amable.

Sí, Es que también es gracioso; o sea, es delicado, pero también es interesante que se pueda vincular de una manera luminosa, como dice mi papá, un tema histórico que no se quiere mirar.

Hablando de luminoso, en tu canción Jesús hablas de la luz… la letra es medio religiosa, ¿no?

Sí, es una canción a Jesús.

Tú… no estás encasillada en una religión, me imagino, ¿o sí?

No voy a la iglesia, pero sí creo en Jesús.

Cristiana.

Creo en Jesús porque yo he sentido… porque yo creo en el espíritu de Jesús, pero no creo en las organizaciones religiosas.

Me parece extraño que un artista nuevo componga algo, no solo espiritual, sino a una figura cristiana que no puede resultar tan cool para algunos artistas nuevos, que no le dan mucha importancia a esas cosas.

Yo creo que el tema espiritual no es un tema que se elige, ¿no?, es una vivencia, no es algo que uno voluntariamente lo elija, creo yo; o sea, lo dogmático se puede elegir, pero las experiencias espirituales, una cosa así que tú tengas, personal, es algo que no se elige sino que te pasa en la vida, ¿no?

¿Tuviste una experiencia?

Sí, yo creo que en un momento de mi vida yo sentí el espíritu de Jesús.

Para terminar… (de pronto, familiares de Giovanna se alistan para retirarse del Superba, y entiendo que es hora de ir finalizando la conversación) Vas a grabar dos canciones nuevas, o ya las estás grabando, creo, ¿no?

Sí.

Una es Paracas

Paracas cavernas y Morir soñando.

Es como una especie de single.

Un single doble.

Claro, lado A y lado B, como era antes. Y luego, ¿vas a incluirlas en un álbum?

No sé, no sé.

¿Están apareciendo nuevas canciones?

Una más hice.

Entonces, ¿puede ser que venga un álbum?

No sé… la inspiración no sabes cuándo va a llegar, si llega, llega, y si no, no.

¿No hay presión de nadie?

No, yo trabajo sola, soy independiente.

¿Tú lo editas con tu misma productora, tu sello?

No tengo sello, yo misma lo hago.

¿Y la distribución?

Tenía una distribuidora de discos en digital, yo pago a un distribuidor digital que hay, distribuidores “equis”, pero ya no voy a fabricar discos, así que ya no tengo distribuidor de discos.

¿Ya no vas a sacar discos físicos?

Ya no voy a imprimir CD, solamente digital.

Por ahí tu público quiere…

Sí, pero es muy caro, y no se venden muchos, es una inversión muy onerosa y no puedo hacerla, es demasiado caro; o sea, mandar a hacer mil discos te cuesta casi ocho mil soles.

Bueno…

Y no vendes tanto, los vendes en dos años.

Hay un público coleccionista que desearía eso.

Claro, el público coleccionista serán 15 personas.

No lo creo.

100, ya. O sea, yo he vendido muchos discos, pero mi mercado en Lima ya está saturado. Por lo menos ya han comprado todos los que pueden querer, así que ya no me es muy inteligente fabricar, porque son miles de soles.

Trabajas sin manager.

No, yo soy mi manager.

Para ir terminando, ¿cómo ves a la música peruana, en general, actualmente, contemporánea?, hay muchos artistas nuevos buenos, incluida tú, ¿cómo se les debería dar cabida en los medios?, ¿crees que hay una falta de eso?

Sí, claro. No hay una política de difusión de productos nacionales musicales; o si la hay, la infringen, ¿no?, si hay una ley de difusión, la infringen, pagan su multa y siguen pasando música de otros lados, en fin.

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Giancarlo Tejeda Written by:

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