Juan Daniel F. Molero es el director de Videofilia (y otros síndromes virales), película galardonada fuera de nuestro país y maltratada por las salas de cine en el Perú, la misma que será reestrenada en Médium, nuevo espacio de cine alternativo que inaugurará el 14 de este mes. Aquí la conversación que tuvimos con este joven realizador, en donde hablamos de cine, de internet y de otros temas que lindan con lo metafísico.
Juan Daniel, ¿recuerdas cuándo y cómo se te ocurrió hacer cine?
Desde chiquito tenía la cámara de VHS a la mano y siempre fue natural agarrar los cassettes de los viajes de mi familia y regrabar encima de ellos. No sé si lo que hago es cine, porque el cine tiene un rollo bien profesional, involucra a la industria y a otras cosas. Me interesa más hablar de los mundos alternativos a esta realidad, o que son reflejo de esta realidad, y manipular la realidad, el tiempo y el espacio, para generar en otras personas una experiencia distinta. El cine es simplemente una etapa por la que estoy pasando, tal vez; entré en él porque quería transmitir experiencias intraducibles por medio de las palabras u otros medios, por ejemplo: los sueños, las experiencias psicodélicas, la percepción de un individuo; esas cosas, al traducirlas en palabras, siempre se pierde algo de veracidad o de pureza. El cine puede llegar a transmitir cosas con un lenguaje propio de las funciones neurológicas.
Una vez dijiste que las películas tienen un lenguaje parecido a la sinapsis del cerebro…
Sí, igual creo que el cine es un arte experimental por excelencia. El cine nunca ha sido estable, los momentos de estabilidad le duran 10 años, y de ahí se regenera, está muy en sintonía con los tiempos y los cambios por los que pasa el ser humano, y mantener una postura purista es antinatural para el cine, ha ido evolucionando en su lenguaje desde que empezó hace más de 100 años, y recién estamos aprendiendo qué diferencia al cine del teatro, de la literatura, y de otras cosas que impiden un desarrollo propio de un lenguaje cinematográfico. Hoy en día tenemos influencias distintas a las de hace 20 años, por lo que nuestro lenguaje audiovisual está cambiando, por el internet, el video digital. Se ha vuelto lo que significó antes la literatura y mucho antes la música: un lenguaje por el cual se expresaban los seres humanos. Las imágenes en movimiento es el nuevo lenguaje universal, y que va más allá de las limitaciones de otros lenguajes hablados.
Tiene que ver con lo que dice Marco Aurelio Denegri, que ahora estamos en una “videocracia”, y la gente lee menos…
Yo leo más que lo que veo cine, pero también empecé a leer por el cine, empecé a buscar los libros en los que están basadas ciertas películas o libros que sugerían ciertos directores. Hoy en día los tiempos están cambiando tan rápido que necesitamos un arte con el cual responder con la misma inmediatez; son tiempos complejos, y el cine es un arte muy complejo y muy fácil de distribuir y de expandirse. Igual creo que la literatura está tomando otra posición, no sé cuál será, pero es más complementaria a esta realidad y a estas comunicaciones enfocadas en la imagen en movimiento. Internet, por más que tenga texto, es un texto con imagen, dinámico, interactivo. Creo que leer va a ser como ir a la naturaleza, una experiencia nostálgica de una vieja etapa que aún mantenemos dentro de nosotros, que va a ser un lugar de refugio, así como hay gente que se refugia en la selva, en el bosque, en la playa, en el parque, ahora va a volver a refugiarse en un libro, que es como volver a cuando todo era mucho más simple y puro.
También dijiste una vez que internet es algo raro, que no es normal, aunque la gente lo tome como algo normal.
Es normal si vives en un eterno presente, donde todo lo presente se normaliza. Yo he crecido con internet, lo uso desde los ocho años, he hecho páginas web, he hackeado, he estado metidazo desde niño porque mi hermano es ingeniero de software. Aún tengo ese punto de vista bastante curioso sobre cualquier tecnología, porque si la normalizas y te acostumbras te estás perdiendo ciertos detalles. Hay que tener un poco de distancia con el tiempo en el que estamos, para ver en verdad cada cosa. Yo siempre hago eso: ver cualquier tecnología con la distancia de alguien de otra época, de un futuro o de un pasado muy lejano, y así ver desde un nivel más conceptual o abstracto qué significa cada cosa, como el internet, la cámara, no verlos por el material, por el objeto, sino ver qué significa, qué vacío está llenando, cuál es su rol en la dinámica entre el ser humano y el universo. El internet no es un montón de chips, llena un vacío entre el ser humano y su entorno; igual con las cámaras y con todo. La tecnología es una extensión del hombre, y estoy en contra de que el hombre sea una extensión de la tecnología, esa es la gran delgada línea por la que a veces saltamos: cuando te vuelves herramienta de la tecnología, en vez de que la tecnología sea una herramienta para ti, y creo que ahí estamos en un dilema.
¿Tiene que ver con la adicción a internet?
Más que todo es un hábito, por inercia, por la fuerza de la costumbre, del presente, de las dinámicas del sistema, de las relaciones entre personas. Tal vez el internet nos usa a nosotros para expandirse y para mantenerse con vida.
Estás tocando un tema que tocan ciertas películas: la inteligencia artificial.
Es la fuerza de la tecnología, del progreso, del sistema. Lo mismo se puede hablar del capitalismo. Ese es el gran tema. Yo no me considero capitalista, trato de alejarme de esos principios, y hoy en día hay una tecnología capitalista, el mercado está basado en no vernos como individuos sino como usuarios o como consumidores, o ni siquiera eso, nosotros somos los consumidos por estos algoritmos y estas redes sociales que nos usan para seguir en desarrollo económico, antes del desarrollo humano.
Afiche de cine Médium, en donde se reestrenará Videofilia (y otros síndromes virales) el 14 de febrero
¿Internet es una excusa para ejemplificar algo más profundo?
Mi postura frente al internet y al cine es que, no los veo como cosas nuevas, simplemente están suplantando algo que era muy interior, digamos, el inconsciente colectivo, o esa red entre las consciencias que se transmitía por medio de los sueños en tiempos primitivos, el pensamiento mitológico o el mundo inconsciente. Todo eso ahora se ha transferido. Estamos tan distanciados de esa mitología primitiva y de ese mundo inconsciente, que ahora lo estamos vertiendo en el cine, en la televisión y en el internet. Hemos desalojado a ese mundo de nuestro interior y lo hemos puesto al exterior. Ese es el gran cambio, que ya no es algo intangible, sino algo que ha adquirido su vida propia.
Eres medio esotérico…
De hecho.
Según dices, las películas se manifiestan antes de hacerse…
Sí, ya existen. Si no crees en la linealidad del tiempo, o en la secuencialidad del tiempo, porque puede ser lineal y al mismo tiempo circular, y si entiendes que el tiempo es una construcción de un individuo que articula sucesos, eventos, de forma lineal, si no crees en eso, entonces no hay un antes y un después, ¿no?, básicamente hay cosas que quieren existir en el mundo material, o en el mundo humano, digamos. El tipo de cine que hago no es el cine de autor que se conoce, que es: todo sale de dentro de un artista, y lo crea, y lo plasma, y él es el responsable de todo lo que ves. Obviamente tengo un filtro, un filtro que soy yo, como individuo, pero también dejo que las cosas se manifiesten, y siento que muchas veces se apoderan de mí esas imágenes. Un amigo que hizo la música de Videofilia, Carlos Gutiérrez, que estudia al mundo andino y su cosmovisión, dice que ahí no hay concepto o noción de un autor que inventa algo, eso es bien occidental, que alguien invente, como un dios, más bien lo que hacen es: hay una nube de la que tú bajas cosas, y tú tienes el crédito de haberla bajado de ese mundo inmaterial a este mundo, y cualquier persona puede hacerlo, no es algo que viene de alguien, estás ahí, lo agarras y lo filtras por tu canal y lo explayas.
Hay una palabra… numen, como un médium…
Claro, por eso toda la onda de Médium. Creo que soy un médium, en un sentido contemporáneo, o atemporal. Eso es lo que se hace en el cine: agarras espectros y los canalizas y proyectas, el espectro puedes ser tú, si te filmo ahora, lo que tengo en la pantalla es un espectro, no eres tú. Por eso la idea del cine Médium, el local que estamos abriendo, que sirva como un lugar en donde las voces y los discursos y cualquier mensaje que haya se pueda corporizar en esta sala de cine.
Por fin tendrás tu sala de cine, ¿cómo lo lograste?
Tenía pendiente el estreno de Videofilia, un estreno digno, que fue en agosto, después de varias proyecciones en festivales en Lima, y se nos cerraron las puertas de los cines, nos dieron el peor trato que en cualquier país en los que hemos estado. El caso de Videofilia fue raro porque, que hayamos llegado a ese tipo de reconocimiento y prensa fue por casualidad, por chance, por estar en el lugar indicado en el momento indicado. Ganamos el Festival de Rotterdam y tal, sino la película hubiese sido más ignorada que nunca, aunque conocida en el “boca a boca” de la gente que está buscando cosas distintas. Nos cerraron las puertas de los cines, ninguno nos quería contestar el teléfono, y el único que nos contestó nos estaba paseando bastante y tuve que rogar para que nos pusieran siquiera en una sala, para que nos consideren un estreno comercial, y estuvo en el peor horario: 3:00 pm y 10:00 pm. En las noticias salió que Videofilia había llevado a 187 espectadores, pero eso fue en el Cine Star de Breña, y al mismo tiempo se estaba proyectando con pago de taquilla también en la sala Robles Godoy y en el MALI, y en total fueron 1500 personas. La película se ha estrenado comercialmente en Nueva York, en Los Angeles, en San Francisco, con mucha reproducción mediática, ha estado en CNN, New York Times, he estado en TV Azteca, y acá no he estado en ningún noticiero de la televisión. Estuve mes y medio en cartelera en el mejor cine de México, en las mejores condiciones y con mucho cariño, y acá, a pesar de todos los logros de la película y del atractivo que tiene por ser novedosa, por tema y estética, no pegó.
¿Por qué crees que fue así?
No hay un lugar que se dedique al 100% a la exhibición y a la distribución de cine alternativo en Perú, y queremos ser por eso el albergue, o un punto de resistencia en donde sí se acepte y se busque proyectar películas peruanas que sean distintas y que necesiten un lugar para estrenarse en condiciones dignas. También habrá talleres de formación y ciclos de cine, a un precio módico, en un lugar tan importante como es el Centro de Lima, en donde faltan este tipo de opciones culturales. Que la gente de Barranco, Miraflores o San Isidro no frecuente tanto al Centro no tiene por qué descentralizar al Centro. Es recentralizar la cultura a donde hay más circulación diaria de gente. Son cosas que el Estado debería estar haciendo, pero por la burocracia se demoraría un par de años en ambientar un espacio para que sea la casa del cine. Parte del financiamiento para habilitar el cine viene del financiamiento de distribución que se ganó con Videofilia.
¿Eres dueño del local?
No, estoy en asociación con la Casa Bagre, un centro cultural bastante libre y dinámico. Toda la gente que está trabajando conmigo tiene el objetivo de que sea sin fines de lucro, de forma comunitaria, autogestionada e inclusiva. El cine va a funcionar todos los días del año. Queremos que sea un lugar en el que la gente pueda venir a relajarse un rato, tener un diálogo en un ambiente informal, con una oferta cultural bastante moderna.
Quieres decir que el cine Médium estará en la Casa Bagre…
Sí, la sala Médium va a estar dentro de la Casa Bagre. Va a incluir propuestas de cine clubes, habrá una convocatoria abierta para curadurías, vamos a tener días específicos dedicados a cine de culto o a eventos más enfocados en lo social, habrá cine experimental, cartelera comercial y talleres.
¿Es cierto que Videofilia participó en un concurso del Ministerio de Cultura que fue declarado desierto?
Sí, eso fue cuando el jurado era Micky Balladares, de Tondero. Mandé la película casi terminada, incluso sin los efectos más experimentales, por lo que era una película mucho más tradicional en ese entonces, y lo declararon desierto. Era yo contra nadie, y era para distribución alternativa, y no funcionó, prefirieron devolverle la plata al Estado y no dársela a un proyecto peruano autofinanciado y con un buen plan de distribución. No era la película más profesional del mundo, pero tenía un espíritu que después fue reconocido por varios lugares. Luego ganamos el Tiger Award de Rotterdam, volvimos a postular al premio del Ministerio de Cultura, y ganamos.
Ya tienes la sala para reestrenar Videofilia, ¿qué más viene ahora?
Voy a estar enfocado en esto, en que funcione, en generar comunidad, impacto social. Un poco es como tomarme un descanso de la realización, pero igual sigo escribiendo guiones, para mí es algo natural, ya verás manifestada alguna película en una pantalla, ya aparecerá.
Supe que estás haciendo un documental acerca de Videofilia y del cine peruano…
Eso lo produje para reflexionar sobre cómo se hizo Videofilia. Hay ciertas ideologías que compartimos los que somos parte de la película. Quiero mostrar cómo surgió esta película y en qué contexto, hay toda una movida detrás de eso, hay bastantes circunstancias que han llevado a que este tipo de cine se genere en Lima.
Fotograma de Videofilia (y otros síndromes virales)
Luego de haber ganado el Tiger Award de Rotterdam y de la negativa de las salas para exhibir tu película, ¿qué sientes que te ha dejado la experiencia de Videofilia?
Creo que la película salió de una iniciativa mía de ver en una pantalla al mundo de Lima que yo conocía, es como ver tu reflejo, sea feo o bonito. La película refleja algo que es muy familiar, pero que todavía no está articulado como algo que puedas compartir con otros en forma de diálogo. Creo que ha tenido buena repercusión en ciertos públicos jóvenes o alternativos que circulan en el Centro de Lima y en otros barrios que no son los típicos que salen en las películas peruanas, y que han respondido porque está bien ver tu cine, ver tus calles, ver tus personas, tu gente, ver tu realidad, tus problemas, tus alucinaciones, y poder conversar sobre eso con otras personas. Creo que eso es lo más importante. Se debería hacer cine que corresponda a nuestros intereses como peruanos, como limeños, y que no solo dependa del mercado, ni de exigencias de mercados europeos, eso normalmente es a lo que está condicionado el cine latino: que se pueda vender, y se considera al espectador como un consumidor, que consume películas, pero a mí no me interesa mucho eso, lo que me interesa son los espectadores que puedan dialogar con la película, que puedan aportar, que les pueda motivar a hacer otra cosa, que respondan y que haya como un diálogo por medio del arte, el arte es como un diálogo, no es solo una industria.
¿No entrarías en el mainstream?
Me gustaría infiltrarme, llegar a lugares en donde normalmente las películas de cine arte o el arte experimental se apartan o se limitan a no ser parte de eso. A mí me interesa hackear esas estructuras y fórmulas y usarlas como en jiu-jitsu, en su contra.
¿Sientes que los medios intentan manipular a la gente?
No sé si intentan, no son conscientes, es lo que es, los medios de comunicación, la publicidad, el marketing, están hechos para manipular, para hacer que la gente desee cosas que no desea, ya es parte de nuestra realidad, no podemos destruir a la publicidad, va a seguir existiendo, pero lo que puedes hacer es formar a la gente para que esté más consciente de todas esas maquinaciones detrás de lo que pensamos que es puro espectáculo y entretenimiento. No es tan simple. Lo único que importa es que la gente empiece a adquirir más consciencia, más conocimiento sobre cómo funcionan las cosas.
¿Ves una solución para exhibir más películas alternativas?
Bueno, estamos haciendo este experimento con Médium, que siquiera va a hacer que la situación sea menos deprimente, y que va a generar comunidad. El gran problema de la industria peruana es que no hablamos, solo nos comunicamos por medio del Facebook, de artículos o comentarios, pero en verdad, falta que la gente se siente a hablar, no en un ambiente burocrático con una mesa de debate, sino como personas, como peruanos de a pie, que nos juntemos desconocidos, conocidos, jóvenes, viejos, a hablar de cine, cara a cara, y darnos cuenta de que no somos tan distintos. El gran problema es que cada quien piensa que está haciendo el cine que debe existir. En Médium queremos ser un punto de mediación entre distintos tipos de ver el cine y respetarnos.
¿Te has contactado con productores peruanos para exhibir sus películas?
Sí, de hecho hay conversaciones para tener siquiera una película peruana en cartelera al mes. Estamos hablando también para tener películas que han tenido buena repercusión en festivales de cine y que se deberían compartir, porque también queremos mostrar cine latino que pueda complementar las carencias del cine peruano, pues ningún cine es perfecto. Si vemos a la región latina como un solo ente, empiezas a notar algunas películas muy notables, y que pueden alimentar el intercambio cultural entre distintos países, ¿por qué no consumimos más cine latino si es tan bueno?, hablamos el mismo idioma, somos más cercanos culturalmente, ¿por qué estamos viendo cosas tan foráneas?
¿Hay una colonización cultural?
Sí, y no por nada Trump está extrayendo a su presencia militar del exterior, porque ya no hace falta invadir a un país por medio de la fuerza o de la presencia física, si ya tenemos a Estados Unidos en nuestra mente, el capitalismo ha acampado en nuestro inconsciente, nuestras cabezas son las colonias, y la idea es batallar eso con reflejos, ya sean películas o lo que sea, reflejos que te puedan cuestionar, expandir las nociones que tenemos de la identidad, porque la identidad se construye en base a símbolos y mitologías, y todos los símbolos y mitologías que construimos hoy en día nacen en Estados Unidos. No quiero decir que no queramos mostrar cine de género, no, todo bien, pero que haya un equilibrio. El cine peruano también puede apropiarse de ciertas cosas americanas y cambiarlas.
Debes haber consumido mucho cine y haber visto muchas películas, ¿admiras el trabajo de algún director?
Varios. En este momento de mi proceso, a Jonas Mekas, que es un cineasta lituano que se mudó a Nueva York. Su cine se parece más a mi primera película, Reminiscencias, que fue hecha en base a recuerdos y a material de archivo, cintas de VHS y videos caseros, pero más que todo eso, él hacía cine como un acto poético, sin ningún interés de sacarle lucro al asunto. Tenía varias facetas, toda su vida es un gran acto de amor al cine, y a la comunidad cinematográfica. También era crítico de cine, defendía a muchas películas del cine underground de Nueva York de los sesentas, es uno de los creadores del Anthology Film Archives de Nueva York, que es uno de mis lugares favoritos en el mundo, un lugar en donde siempre vas a poder ver cine experimental de Nueva York o de otras partes. Básicamente, me inspiraban bastante todas sus distintas facetas por las que podía pasar: escritor, promotor de cine, distribuidor, exhibidor y realizador.
Desde hace algunos años hay más cinéfilos en Lima…
Siempre ha habido, solo que ahora se están articulando por medio del internet, la gente está viendo más cosas en común. Muchos limeños están buscando cosas distintas, y eso es lo que vamos a ofrecer en Médium. Hay una demanda que solamente se satisface por medios ilegales, que no está mal, pero, también se puede hacer legalmente, no tienen que refugiarse en internet para poder compartir esos gustos, esas experiencias. No por nada existe Polvos Azules, que es una de las mejores colecciones de cine en el mundo, la cosa sería llevar a Polvos Azules al espacio para que los alienígenas puedan ver de qué va la humanidad.
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