WARMI ROCK CAMP PERÚ, EMPODERANDO A LAS CHICAS A TRAVÉS DE LA MÚSICA

El arte es un arma poderosísima para el desarrollo del ser humano, y así lo demuestran las chicas de Warmi Rock Camp Perú, genial iniciativa de cuatro músicas peruanas, que consiste en un campamento de una semana en donde niñas y adolescentes son libres de crear mientras aprenden a convivir desarrollando su autoestima. Conversamos con Estefanía Aliaga, una de las fundadoras de esta organización, quien nos dio más detalles acerca de esta aventura musical.

¿Qué es Warmi Rock Camp Perú?

 Es una organización sin fines de lucro que busca generar espacios en donde trabajar a través de la creación y la colaboración musical con niñas y mujeres adolescentes, reforzando su empoderamiento. Convocamos 20 o 30 chicas de entre 8 y 17 años, para que aprendan a tocar un instrumento musical, formen bandas y compongan canciones en un campamento diurno de una semana de duración, que se celebra durante el verano. Finalmente se presentan en un concierto clausura, al cual asisten sus familiares, amigos, y miembros del voluntariado y el staff del evento.

 Es la segunda vez que hacen el campamento.

 Sí, y no solo consiste en la creación y colaboración musical, también hay charlas, talleres y distintas actividades lúdicas y de integración grupal con todo el colectivo, siempre con temas que tienen que ver con el empoderamiento, reforzando la autoestima y la autonomía, abordando a estos aspectos a través de la cultura, el arte y el desarrollo humano.

¿No son talleres exclusivamente musicales?

 No necesariamente, pero sí tienen que ver con el tema de la autoestima y la autonomía, que son aspectos que están presentes también en el trabajo de la educación musical. Hay talleres de diseño de logo de una banda, con una artista visual que conduce a las chicas, las guía y les da herramientas para que puedan diseñar su logo; tiene que ver con artes visuales, pero también con una construcción colectiva que define a la identidad de la banda, y que les da un producto visual concreto.

¿Qué les dejó el campamento pasado?

 Hicimos un estudio de impacto para ver cuán efectivo era el programa, y pudimos ver que las participantes desarrollaron nuevas destrezas, lograron reconocer sus valores y los de las otras chicas. Cuando ellas postulan, envían una carta especificando textualmente por qué quieren participaren el campamento, o un dibujo que exprese lo mismo, o ambas cosas, y vimos mucha ilusión, que se mantuvo durante la semana del campamento. La experiencia de formar una banda y crear una canción fue muy poderosa, y algunas chicas superaron sus inseguridades.

Les ayudó psicológicamente.

 Sí, algunas chicas no se adaptaban, otras tenían conflictos para aceptarse a sí mismas. El programa impactó positivamente en la mayoría, funcionó como un buen ambiente para que pudieran desenvolverse y abrirse a la experiencia y aprovecharla.

 

¿Cómo nació la idea de este campamento?

 Se inició en el 2001, en Estados Unidos y actualmente hay una alianza llamada Girls Rock Camp Alliance. Es un movimiento internacional, hay hasta en Japón, y se ha proyectado en Latinoamérica: hay campamentos en Sao Paulo y en Argentina. La idea de los campamentos es trabajar con el empoderamiento de las mujeres. En algunos trabajan solo con menores de edad, otros solo con mayores, pero siempre trabajando con la autoestima, la autonomía y el liderazgo.

¿Ustedes han participado en algún campamento fuera del Perú?

 Sí, Natalia Vajda, fundadora de nuestra organización, participó en el Willie Mae Camp Rock de Nueva York, y estuvo en una conferencia de todos los campamentos del mundo.

Ahora que el tema de la ideología de género está en los medios, ¿qué crees que falta para mejorar la situación de las mujeres?

 Los campamentos son exitosos en la proyección. Son atractivos, porque la palabra “rock” vende, pero van más allá. Las mujeres necesitamos ser empoderadas. El impacto va a ser mucho mayor si se trabaja con otras instancias, incluso desde el mismo Estado. Nosotros ayudamos a que las mujeres desarrollen herramientas.

¿Han buscado apoyo o auspicios?

 Tenemos el apoyo de organizaciones como Music Market, quien nos provee de todo el instrumental. También hay aportes individuales de gente que quiere colaborar trabajando en el proyecto (voluntarios, talleristas, bandas, etc) y comparte su tiempo de manera gratuita.

¿Podrías contarnos más acerca de los talleres del campamento?

 Los talleres varían; hay fijos, como el de diseño de logo de la banda, o de serigrafía, en donde estampan los diseños de sus bandas en los polos. También hay una sesión de fotos de cada banda. El año pasado tuvimos un taller muy paja que se llamó “Libre de ser Yo”, que lo dio una psicóloga, y trataba de la proyección de lo interno hacia fuera, en nuestra apariencia. Gisella Giurfa, una de las fundadoras, también dio un taller de cajón.

¿Qué cambios positivos viste en las chicas que participaron?

 Se formó un sentido de comunidad bien bonito en el poco tiempo, un sentido de hermandad. Fue un espacio en donde no hubo competitividad del tipo de violencia de mujer hacia otra mujer, como esas rivalidades muy femeninas y arraigadas.

¿Hallaron algún talento que destaque?

 Algunas chicas era más diestras para trabajar con motricidad fina, para tocar guitarra o bajo, otras eran diestras para la percusión, la batería…

No era un requisito que sepan tocar…

No, la idea era que lograran desarrollar sus destrezas técnicas en el instrumento a un nivel muy básico como para poder expresarse a través de él.

Estefanía Aliaga, Fiorella Uceda, Natalia Vajda y Gisella Giurfa, fundadoras de Warmi Rock Camp Perú

 

¿Sientes que Warmi Rock Camp Perú aporta a la educación?

 Nosotras somos parte de una coyuntura en donde hay más iniciativas culturales, y dentro de ello está la música. Cada vez hay más ferias y festivales, y eso hace que la sociedad en su conjunto se integre y se reconozca en un espacio común.

¿Quiénes integran la organización?

 Somos Natalia Vajda, Gisella Giurfa, Fiorella Uceda y yo. Nos conocimos por haber formado una banda y el vínculo se mantuvo porque teníamos intereses comunes, y en el 2015 fundamos Warmi Rock Camp Perú.

¿Han pensado en llevar el campamento a chicas de bajos recursos?

 Necesitamos llevarlo a personas con menos recursos, porque son quienes más necesitadas de poder están. Por ahora tenemos una traba interna para recibir donaciones. Queremos hacer campamentos sin costo para las chicas. El año pasado hicimos el primer campamento en el colegio San Silvestre, varias alumnas de Natalia son de ese colegio y fue así que pudimos establecer el nexo, pero lo hicimos ahí porque el colegio mismo nos permitió utilizar sus espacios, no porque sus alumnas fueran de ahí. También buscamos la descentralización, por eso estamos yendo a Trujillo, en donde se realizará el nuevo campamento, del 30 de enero al 4 de febrero, en el colegio San José Obrero Marianistas.

Hablaste del poder en las chicas…

 El poder genera recursos, materiales o simbólicos, en muchos sentidos. Si vives en pobreza económica, también habrá pobreza social, y violencia. La pobreza es síntoma de la violencia, y las situaciones de violencia generan descompensación de poder, y cuando no tienes poder, en algún sentido, eres pobre. Todo se retroalimenta.

Además de los campamentos, ¿qué otras actividades tienen?

 En este año queremos poner en marcha lo de los talleres de fines de semana, y hay posibilidad de que se haga de manera gratuita, como experiencias del campamento reducidas en tres o dos días, con variantes.

 

 

Quienes deseen postular al campamento que se llevará a cabo en el colegio San José Obrero Marianistas en la calle Los Granados 232, urbanización California, distrito Víctor Larco, Trujillo, deben ingresar en el siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSelVaPcFNbgksKe0GkFAZg0MzWCyzQH1i-BaiweI54NgtgayA/viewform?c=0&w=1

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Giancarlo Tejeda Written by:

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