JOSUÉ MÉNDEZ: “LA CARTELERA DE CINE EN EL PERÚ ES COMO COMER MCDONALD’S”

El director de cine Josué Méndez nos cuenta detalles de sus inicios en la televisión y de cómo forjó su carrera en el cine. Además, revela en quién se inspiró para crear al personaje principal de su película Días de Santiago, y aporta ideas para cimentar una posible industria cinematográfica peruana.

 Josué, después de haber dirigido cine y teatro, ¿cómo ves tu carrera?

Voy un poco con el viento. Hice una película, luego vino rápidamente la segunda, he producido cosas de otros. El cine es una puerta que se abrió y todo ocurrió bastante rápido. Tuve oportunidades que no se le presentan a cualquiera, y las aproveché. Me gusta trabajar en teatro, cine y televisión. Creo que he tenido mucha suerte.

¿Cuál fue la primera oportunidad que tuviste?

A los 17 años entré a practicar en el programa periodístico Contrapunto y en Iguana Producciones, en la época de Malicia y Los Choches. Aprendí muchísimo. En esa época estudiaba Cine y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Yale, y vine a practicar en mis vacaciones. Mi labor era cargar las cosas y hacer de script.

¿Qué hiciste al terminar la universidad?

Fui a vivir a Arequipa por seis meses. Ahí trabajé en un canal de televisión local. Fue chévere porque había poco personal y aprendí a lanzar programas en vivo y a editar, algo que en Lima jamás me hubieran dejado hacer.

¿Y cómo entraste en el mundo del cine?

Luego de mi experiencia editando, Aldo Salvini y Margarita Morales me convocaron para Bala perdida, en donde traduje el guión al inglés y terminé editando la película. Aldo era un referente para mí, yo crecí amando sus cortometrajes.

¿Y cuándo empezaste tus proyectos propios?

Cuando aún estaba en Arequipa hice un cortometraje llamado Parelisa, en el año 2000, y luego empecé a desarrollar un proyecto que terminó siendo Dias de Santiago. En esa época trabajaba en publicidad, pero dejé todo para dedicarme a la película.

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Días de Santiago (2004)

 

¿Cómo nació Días de Santiago?

Nació como una idea para un cortometraje. Vi un reportaje sobre los excombatientes (de la guerra del Cenepa entre Perú y Ecuador) y se me ocurrió hacer un corto sobre un soldado que ya volvió a la ciudad pero que sigue entrenando como si fuera a la guerra. Investigué, y me enteré de que alguien cercano a mi familia había estado en la guerra, y se llamaba Santiago. Lo contacté y conversé con él durante un año: me contaba sus cosas, y a raíz de lo que me contó escribí el guión; y así, el corto se volvió un largometraje. Aunque la historia es inventada, me basé en esta persona para crear al Santiago de la película.

Y es tu película más galardonada, ¿cuál de los premios te emocionó más?

Lo que más me emocionó fue que estuvo en competencia en el Festival de Rotterdam, que es uno de los más importantes del mundo, y el más importante para nuevos directores, junto con el Festival de Locarno. Fue lo mejor que le pudo pasar a la película: estar en un festival de tanto prestigio.

En esa película exploras con el blanco y negro…

El protagonista tiene una visión desencajada de la realidad, y me interesaba mucho explorarlo de esa manera; es alguien que ve la vida en blanco y negro. No lo hice de manera racional o científica: la idea era expresar su manera de ver, pues hay escenas en las que Santiago está en blanco y negro y su interlocutor está en color en el contraplano, o hay locaciones que a veces se ven en color y en otras escenas están en blanco y negro.

Con Dioses mostraste otro lado de la sociedad peruana…

Sí. En Días de Santiago tenía la intención de mostrar el enfrentamiento de Santiago con una ciudad hostil, y en Dioses está el mundo de las casas de playa y los lugares exclusivos en los que cualquiera no puede entrar. Tenía muchas ganas de contar esa historia. Yo estudié en el colegio Markham y conocí a gente con casas de playa, y me impactó mucho ese mundo paralelo, es muy raro.

¿Y le fue tan bien como a Días de Santiago?

Estuvo en varios festivales, pero no ganó tantos premios como Días… Es que a los europeos les pareció una película rara. A ellos les gusta vernos como a criaturas exóticas, muriéndonos de hambre, y no sabían como entenderla, es una realidad ajena para ellos. En Europa tienen la idea de que en Lima la gente anda caminando con llamas. Días de Santiago refuerza la mirada que tienen los europeos acerca de Latinoamérica, y Dioses no.

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Dioses (2008)

 

¿Cómo ves la situación del cine peruano?

El año pasado se han estrenado un montón de películas, casi una por semana, y hubo semanas con tres o cuatro películas peruanas en cartelera, algo que nunca había pasado en la historia del cine peruano. En las regiones también hacen muchas películas.

¿Qué podría hacerse para promover al cine nacional?

El Ministerio de Cultura incentiva al cine con DAFO (Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios), que da un subsidio para las producciones nacionales, pero eso tiene un tope. En otros países un porcentaje de las taquillas en general va a un fondo que financia a sus películas; entonces, mientras más gente va al cine, hay más plata para sus producciones. Aquí seguimos amarrados al presupuesto nacional, y el fondo es limitado, y si al Ministerio de Economía no le da la gana, no da la plata. Hace cuatro años se hizo una comisión para un proyecto de ley, pero fue observado y archivado por el Congreso.

Es una tarea difícil…

Sí, pero no hemos tirado la toalla. La cultura siempre es la última rueda del coche, pero hay esperanza con este nuevo gobierno. Los cineastas peruanos siempre hemos luchado. Se están haciendo más películas, y es porque el país ha tenido un crecimiento notorio, el mercado es más grande, hay muchas más salas, la tecnología esta al alcance de la gente. El problema es que puedes hacer cine, pero la cartelera en el Perú es lamentable, los distribuidores archivan las películas más interesantes y nos muestran las menos inteligentes, para decirlo de una manera gentil. Es como que te den de comer McDonald’s y se guarden la buena comida para otros países. Algunas películas peruanas son maltratadas por las salas de cine.

¿Podrías adelantarnos algo de tus proyectos?

Estamos con Ronnie Monroy ama a todas, que es un proyecto para un largometraje que estamos produciendo con Enid Campos, y que ganó el premió de desarrollo de DAFO.

Volviendo al tema del apoyo al cine, ¿qué crees que debería hacer el gobierno?

Hace falta una ley más moderna, integral, que promueva lo audiovisual de una manera concreta, pues actualmente el apoyo al cine pende de un hilo.

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Giancarlo Tejeda Written by:

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