Un silbido misterioso y oscuro es el leitmotiv de la nueva película peruana de terror en cartelera: Maligno. Conversamos con su joven director, Martín Casapía (18 años), quien, junto con Paco Bardales, es el responsable de esta nueva producción nacional.
Martín, tienes 18 años, y ya dirigiste una película…
Sí, y estoy orgulloso de Maligno, pues es una propuesta diferente en el género de terror. Hemos tratado de fusionar el lado efectista con una buena historia; que no sea una película solo de efectos, sino de suspenso y con una atmósfera.
¿Cómo le está yendo con la asistencia de público?
Muy bien. Hemos tenido 80 mil espectadores en nuestra primera semana en cartelera. Las críticas son positivas y eso nos motiva.
¿Es verdad que está basada en hechos reales?
En realidad es una adaptación de la leyenda del Gran Tunche Negro, que es un ente que, según cuentan, roba almas en la selva peruana. Hemos tratado de contar cómo opera este ente, recopilamos datos durante años. Yo nací en Lima, pero crecí en Iquitos y conozco al hospital en donde se desarrolla la historia, pues mi padre fue el director y yo andaba por los pabellones cuando era pequeño, y es como un laberinto, con pasadizos largos que terminan en “L”.
¿Nos puedes contar alguna anécdota del rodaje?
Cuando estábamos filmando se escuchaban gritos, quejidos, y no sabíamos la procedencia de esos sonidos. Podían venir del mismo hospital, pues estaba en funcionamiento con pacientes; pero la gente del rodaje se sugestionaba. Quienes encabezábamos al equipo decíamos que eran gritos de pacientes, para que los actores no se asusten, pero igual se pusieron un poco nerviosos. La verdad es que no sabíamos de dónde venían los gritos, que sonaban alejados, como de mujer.
¿Sintieron que estaban jugando con fuego?
A veces no sabíamos qué pasaba. Nosotros estábamos en todo un pabellón vacío, y muchas veces las paredes crujían, los ambientes se cerraban, pero siempre tratamos de llevar la situación por el lado positivo, decíamos que era el aire o un paciente, pues teníamos miedo de que alguien del equipo renuncie. En Iquitos respetan al mito del Maligno, incluso la gente mayor del lugar que ha visto la película ha escuchado el silbido del ente cuando está por apoderarse de una persona y ha dicho que es como el verdadero sonido del Maligno de la selva.
Es la primera película que diriges…
Sí, aunque hace dos años hice Sin salida, que es un cortometraje, y que además es el génesis de esta película; lo presenté a AV Films y ellos aprobaron el proyecto, que luego se transformó en esta película.
¿El guión es tuyo?
El guión lo hicieron Paco Bardales, Alberto Castro y Rogger Vergara.
Paco Bardales, quien también participó en la dirección…
Él se dedicó a la parte actoral y yo a la visual. Mientras él conversaba con los actores, yo lo hacía con el director de fotografía y el equipo de iluminación; nos dividíamos las tareas.
¿Qué nos puedes comentar de la parte actoral?
El elenco es muy bueno. Fiorella Pennano demostró mucho compromiso, incluso tuvo a una coach quien la ayudó en la construcción de su personaje, pues era muy complicado de hacer. El equipo está muy satisfecho con los actores, Sofía Rocha es una actriz increíble, aprendí mucho de ella, y es una increíble persona. Gino Pesaressi está en proceso de formación y tiene talento.
¿A qué directores de cine admiras?
A Hitchcock. Psicosis me ayudó a crear la atmósfera de esta película. Él creo un lenguaje narrativo en el cine. También me gusta San Raimi, quien dirigió Evil Dead.
¿Hay demanda por el cine de terror en el Perú?
Sí, hay mucha gente aquí a la que le gusta el cine de terror, y es por dos razones: uno es la religiosidad, el morbo por la antirreligiosidad; hay una pelea entre el bien y el mal en la vida diaria. La otra razón es que a los peruanos les gusta asustarse.
¿Piensan vender la película al extranjero?
Si no es en este año, en el próximo se verá en Bolivia y en Ecuador.
¿Se vienen más películas tuyas?
Sí. Me gusta el terror, me apasiona, pero voy a emprender un proyecto diferente. Estoy trabajando en un guión para una película que va a sorprender por su propuesta visual. Haber dirigido una película a los 18 años es una gran oportunidad. El mundo del cine es amplio y quiero seguir explorando.
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