Andrea Barbier, actriz peruana que en el 2016 decidió volar a México para cumplir el sueño que tenía desde niña, actuar en el país de las telenovelas, nos concedió una entrevista, donde nos contó pasajes de sus inicios en la televisión, como cuando en las grabaciones de la telenovela Graffiti no podía parar de llorar mientras grababa las peleas con Laly Goyzueta, su madre en dicha ficción, “en el corte yo seguía llorando”, nos dijo mientras reía, “no sé por qué lloro pero ya entré a llorar”, respondió ante la preocupación de la productora. Había aplicado el método de la memoria emotiva.
Andrea, ya tienes cinco años en México.
Cumplo seis años el 16 de febrero.
Y tu cumpleaños es el 14 de febrero.
Sí, me vine así, empezando mi nuevo año.
Fuiste a forjar tu carrera allá.
Para mí México desde muy chiquita fue un sueño.
¿Fue difícil empezar en México?
No te creas, en Perú también es complicado empezar. El primer año aquí actué en publicidad, fui conociendo gente, hice algunas cositas, me falta mucho más, pero estoy contenta con lo que he podido hacer aquí en México.
¿Qué fue lo más complicado?
Lograr entrar a una producción, porque los casting no los hacen cinco personas, los hacen 200, 500, 800 personas, dependiendo de para qué es, publicidad lo hacen millones de personas. Tuve que trabajar el acento, porque es muy raro que busquen a una peruana, hablar en neutro era sumamente importante.
En neutro quiere decir… ¿similar al mexicano o un intermedio?
México es lo más cercano a un neutro. Es menos complicado para un peruano hacer el acento neutro, aunque hay argentinos y españoles que lo hacen bien. Neutro quiere decir que pronuncias bien todas las palabras, no como los limeños que decimos “Cujco”, en vez de “Cusco”.

Cuéntanos de tu formación.
Empecé a los 13 años en el taller de Ana María Jordán, y con ella fue mi primera experiencia en teatro, a los 23 años.
Tus padres te apoyaron.
Sí, se dieron cuenta de que la cosa venía en serio, y yo era muy enfocada en lo que quería. Estudié en la ENSAD (Escuela Nacional Superior de Arte Dramático), luego en el TUC (Teatro de la Universidad Católica), pasé por Iguana Producciones, de ahí me fui a Argentina, regresé y estudié con Bruno Odar, y hasta el día de hoy llevo algunos cursos cuando puedo.
Una de las series en las que participaste en Perú es Al fondo hay sitio, que va a regresar.
Me parece maravilloso, ¿sabes la cantidad de gente que trabaja ahí detrás?, hay chamba para todos, entretenimiento para todos.
¿Aceptarías regresar a Perú si te llaman para participar?
Tendría que estar en el momento. No estoy cerrada, yo quiero trabajar, aquí, en Colombia, en España… voy a donde haya chamba y donde esté contenta.
También estuviste en Así es la vida, Graffiti, Diablos Azules, La gran sangre, Conversando con la Luna… y en México has trabajado en películas, como La fundación de Lucía, que es muy peculiar.
Sí, la produje con mi novio.
La dirige Gabriel Reyes que ha hecho varias películas.
Sí, él escribió una película muy buena, Heli, con Amat Escalante, con la que ganaron un premio Fénix.
En La fundación de Lucia, que protagonizas, también actúa Diana Quijano, actriz peruana radicada en México hace años, ¿mantienes contacto con ella?
Claro, de hecho la invité para que participara, pero ahora por pandemia no veo a nadie.

Vimos una fotografía en redes en donde están Marco Zunino, Diana, tú, Miguel Arce… ¿no suelen verse?
Cuando yo llegué solamente estaban Miguel Arce y Diana, nos veíamos, yo entrenaba con Miguel en el parque y me sacaba la mugre. La mayoría de peruanos empezaron a llegar en el 2020, aparte yo me mudé y salí de la Ciudad de México. En verdad me he cuidado mucho, estoy invicta todavía.
¿No te ha dado covid todavía o no lo sabes?, ¿te has hecho pruebas?
Cuando he tenido que ir a trabajar me he hecho pruebas, y si salgo positivo en un casting pierdo el comercial, el dinero y el proyecto. Un día antes de la prueba de vestuario te hacen la prueba de covid, en media hora sale el resultado, si sale positivo, te vas a tu casa y llaman a la siguiente.
¿Cómo ves el panorama para tu carrera ahora?, ¿te han llamado para alguna obra de “teatro” virtual?
Hay una reactivación en México. En el 2020 sí estaba pensando hasta en vender mascarillas (risas), fue un año muy difícil. Ahora estoy haciendo casting, espero que no pare. Algo virtual… no es que no me hayan llamado, es que me da mucho miedo de que se vaya el internet, ya sabes, los apagones.
¿En el teatro también te daba nervios el tema de estar en vivo?
El teatro me genera como ansiedad, ya cuando estoy adentro no, pero sí minutos antes. Una vez hice stand up comedy en Perú, casi me muero.
Es otra cosa, ahí no está “la cuarta pared”.
Aparte que si no se ríen, qué frustración. Me fue bien, pero sólo lo hice una vez.
¿Llevaste un taller?
Sí, El Club de la Comedia invitó a un grupo de actores y quedamos Christian Ysla, Óscar Beltrán y yo.
¿De cuál tema hablaste?
Mi tema era cómo reconocer a un gay a primera vista. Ellos me ayudaron a escribirlo, y estuvo divertido, se rieron, no sé si les pagaron (risas).
También condujiste un programa deportivo de televisión.
Sí, fueron dos, uno con Claro y otro con Aweita, del Grupo La República.
¿Te gustaba?
Era divertido, pero no lo volvería a hacer porque tuve un accidente. Me gustaban los deportes, y hasta hice puenting, pero de espaldas, porque no podía mirar y aventarme.
Cuéntanos del accidente.
Fue en el 2015, antes de venir a México. Ya no hacía los programas, pero como me gustaba dije: ya tuve dos programas, por qué no hago el mío, y un grupo de personas me llevó a hacer ala delta, y como yo no sabía volar me ataron con unas cuerdas a los lados, y cuando estaba volando vi que no me estaban agarrando, entré en un ataque de pánico y me fui para abajo.
Hubo una negligencia.
Sí, pero bueno, ya estoy curada. Me rompí el brazo en tres. De hecho, el doctorcito dijo que me la libré, gracias a Dios sólo me partí el brazo.
Caíste en arena.
Sí, eran como dunas, creo. No tengo muchos recuerdos, fue un poco traumático. Aprendí que tengo que cuidar mi integridad moral y física. Creo que estaba como muy alocada, de todas maneras me frenó.
Volviendo a la actuación, has participado en telenovelas, series, en México, Telemundo… Y hay un cortometraje, Donde la muerte habita, donde conmueve tu actuación… ¿Cómo se protegen los actores luego de encarnar a personajes con mucha carga emocional?
Cada uno tienes sus medios de cómo entrar. Hay técnicas, otros usan la memoria emotiva. Salir, si es que entraste, es muy difícil, a mí me pasó grabando Graffiti, peleando con Laly Goyzueta, que era mi madre que me había quitado al novio. Eran siete escenas, aparte de las repeticiones. En el corte yo seguía llorando, y la productora me preguntó si estaba bien, “no sé por qué lloro pero ya entré a llorar”, le dije (risas).

Y cómo eres tú, Andrea, en tu vida, tu personalidad…
Pues… ¡no sé! (risas). Generalmente soy tranquila. Desde que vivo en México vivo una vida más enfocada. Tengo cuatro perros, vivo con mi novio. Ahorita estoy en un pueblo, mis vecinos son vacas y caballos, hay cabritas, gallos… Todos mis casting los hago por Zoom, y cuando tengo algo voy a la ciudad, que está cerca.
Te has ido del vértigo de la ciudad.
Sí, es que la pandemia estuvo difícil.
¿Qué es lo que más te gusta actuar, Andrea?
Cine. Es una escuela, es reaprender muchas cosas, el código de actuación del cine… los primeros planos… Aprender a manejar los close-up…
En ese momento uno de sus perritos interrumpió la entrevista con sus tiernos ladridos. En este diálogo Andrea nos confesó también que alguna vez quiso encontrar otra profesión, ”te aseguro que muchos actores llegan a un momento en que dicen ‘O.K., qué más sé hacer’… pero no, esto realmente me gusta, no podría explicarlo en palabras, me apasiona y soy feliz cuando lo hago, no lo veo como un trabajo… en mi caso no ha sido tan difícil, porque yo he dejado todo por mi carrera: casa, país… a veces hay trabajo, a veces no… mi estilo de vida va bien con la actuación”.

Aparte de actuar en México, que lo estás logrando, ¿tienes otros sueños que nos puedas contar?
Mi sueño es trabajar en todos lados, me voy feliz, sea en Colombia, Argentina, Perú, España… y estoy perfeccionando mi inglés para también irme a los “yunaites” (risas)
¿Y en tus sueños oníricos también se manifiestan los sueños de actuación?
No, generalmente sueño con mi infancia.
Tu infancia fue linda…
Sí, tuve una infancia bastante divertida, crecí en condominios, parábamos jugando en la calle todo el día a policías y ladrones, tuve una infancia de niño de barrio.
Eres muy juguetona también ahora, siempre publicas videos divertidos en TikTok.
En el 2020, con la pandemia, empecé con TikTok, y me reconocieron de Al fondo hay sitio, me sorprendió, “¡eres una niña!”, “¡si ya pasaron seis, siete años!”, respondí (risas), me trolean mucho, pero me da risa.
El carisma y la frescura de Andrea se reflejan en cada respuesta. Aquí les dejamos el enlace del video de nuestra conversación, para que la disfruten con plenitud.
Fotografía de encabezado: Mariana Flores Leyva
Entrevista: Giancarlo Tejeda
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